Las Farc en Bogotá

Mié, 13/02/2013 - 09:01
Hace varios meses advertimos en nuestra cuenta de Twitter (@RafaGuarin) que las FARC retornaron a Bogotá a extorsionar. Comerciantes y líderes sociales habían denunciado intimidaciones y “boleteo
Hace varios meses advertimos en nuestra cuenta de Twitter (@RafaGuarin) que las FARC retornaron a Bogotá a extorsionar. Comerciantes y líderes sociales habían denunciado intimidaciones y “boleteo” en varias zonas, hechos que coincidieron en 2012 con el aumento de planes terroristas y del número de miembros de dicha organización capturados en la ciudad. Ahora el señor General Luis Eduardo Martínez, quien ha conseguido excelentes resultados en la reducción histórica del homicidio, confirma que en efecto, nuevamente, la guerrilla está dedicada a la extorsión en la capital: "hay algunas empresas de la ciudad que vienen siendo extorsionadas por parte de las Farc". Entre ellas ferreterías, comidas rápidas y sector transporte. Hace una década la Red Urbana Antonio Nariño RUAN produjo una fuerte ola de atentados y extorsiones en Bogotá. A ese grupo perteneció alias "Alexandra", quien dedicaba su estadía en el país a poner bombas contra aquellos empresarios que no cedían al chantaje. Hoy la "guerrillera holandesa" hace parte de la delegación de las FARC en La Habana. Hasta que comenzó su desarticulación, a finales de 2002, la RUAN bajo la dirección de Carlos Antonio Lozada llegó a tener una presencia muy activa y consumaron múltiples actos, además de brindar apoyo a individuos de estructuras que provenían de otras regiones. Quienes no fueron capturados huyeron hacia la jurisdicción del Bloque Oriental para buscar refugio, reorganizarse y reentrenarse. Gran parte de sus integrantes están plenamente identificados y judicializados con base en archivos fotográficos de un dispositivo electrónico incautado en un campamento a las FARC. Para 2002 - 2003 en Bogotá también delinquían integrantes de los frentes 1, 22 y 57, debidamente compartimentados, pero con órdenes claras de ejecutar atentados. En una especie de operación avispa querían sembrar el terror, al punto que en diciembre de 2002 en un solo día las autoridades lograron neutralizar seis carros bomba. Su actividad eran muy intensa y los resultados en su contra, reportados en abril de 2003, muestran la dimensión de la amenaza: "75 capturas, 45 medidas de aseguramiento y 11 llamamientos a juicio. Además, se han descubierto nueve carros bomba en preparación, se han decomisado cuatro toneladas de explosivos y 53 armas de fuego", registró el diario El Tiempo. Testimonios de desmovilizados de la época relataron que eran más de 250 los guerrilleros entrenados para terrorismo urbano, en cumplimiento de las advertencias del Mono Jojoy de que la guerra iría a las ciudades. El ataque al club El Nogal y las extorsiones acompañadas de detonación de explosivos no eran otra cosa que eso. Las FARC nunca han dejado la idea de regresar a Bogotá y las declaraciones del General Martínez lo ratifican. Por el contrario, durante los últimos años han adelantado actividades de inteligencia e identificado objetivos para llevar a cabo atentados. Existen pruebas de las instrucciones dadas y se conoce en detalle, entre otros, el Plan Arena con el cual buscan atacar diversos puntos en la capital, en los cuales hay objetivos civiles. El año pasado, gracias al profesionalismo de la policía se evitaron varios atentados. La extorsión la realiza las FARC con base en la llamada ley 002 de 2000, en la que se ordena "cobrar el impuesto para la paz a aquellas personas naturales o jurídicas, cuyo patrimonio sea superior al millón de dólares USA". Los farianos disfrazan esto de impuesto cuando se trata de una vulgar extorsión. Ahora la guerrilla pretende que Bogotá regrese a esa época. La "ley 002" está vigente, aunque en comunicados aclaran que descartan la "retención", es decir, el secuestro, pero mantienen las demás medidas para presionar el pago: los atentados con explosivos, la amenazas permanentes y lógicamente el asesinato. La ambición de atentados se mantendrá. En enero, por ejemplo, se incautaron 250 kilos de explosivo ANFO en la Palma, Cundinamarca. La información indica que el Frente 22, que está tratando de restablecerse, pretendía emplearlos en Bogotá contra instalaciones militares y de policía. No hay duda, la ciudad está en la mira. En el seno del Comité Antiterrorista y Antiextorsión de Bogotá, que presidí, en su momento alertó a las autoridades distritales y nacionales de este asunto. Lamentablemente, este mecanismo de prevención y combate a ese flagelo ha sido despreciado por el alcalde Gustavo Petro debido a razones puramente ideológicas. Ahora que está probado que las FARC regresaron a la ciudad es el momento, Sr Alcalde, de darle impulso y coordinar el empleo de todos los recursos de inteligencia, judicialización y prevención para que la ciudad no vuelva a los tiempos de la RUAN. www.politicayseguridad.blogspot.com
Más KienyKe
Esta inspección se produce apenas una semana después de que Ricardo Bonilla presentara su dimisión como ministro de Hacienda.
El secretario de Estado Antony Blinken admitió que desconocía la petición de Colombia para indultar a un exjefe de las FARC.
Se conoció el lugar donde ocurrió la trágica muerte de la menor en el centro comercial.
Ecopetrol y canadiense Parex firman 5 acuerdos para búsqueda de hidrocarburos en Colombia.
Kien Opina