Óscar Iván Zuluaga

En mi condición de Ministro de educación asistí, hace varios años, a un encuentro internacional de jefes de esa  cartera en Iberoamérica, que se celebró en España. Además de los temas propios del sector educativo y del intercambio de experiencias en los distintos países, ese evento se convirtió en una oportunidad privilegiada para dialogar sobre los asuntos de interés común con una mirada que trascendió la convocatoria que se había hecho. Lo anterior obedeció a que varias figuras con una amplia visión del Estado llegaron a Guadalupe como responsables de dicho Ministerio. La presencia de Ricardo Lagos, de Chile, Ernesto Zedillo , de México, Javier Solana, de España, y Alfredo Pérez Rubalcaba, también del Reino de España, quien fue nombrado mientras se desarrollaban las sesiones, dio lugar a que los debates tuvieran una gran perspectiva. Lagos y Zedillo fueron elegidos con posterioridad jefes de Estado, Solana se convirtió en una de las principales personalidades de la diplomacia Europea y Pérez Rubalcaba es hoy el Secretario General del PSOE. Lo curioso de aquel encuentro es que quien parecía predestinado a ser el sucesor de Felipe González y tenía en aquel momento el mayor atractivo político se dedicó a los asuntos exteriores. El mexicano, que era un tecnócrata educado en los Estados Unidos, es hoy un respetado expresidente gracias al papel que jugó en una coyuntura política particularmente difícil y Ricardo Lagos, politécnico en toda la extensión de la palabra, sigue iluminando con sus luces las reflexiones sobre la democracia contemporánea. Y otro técnico de la época, a quien pocos le auguraban una figuración carismática, Pérez Rubalcaba, se convirtió en un destacado conductor político. Quien mayor atractivo tenía no volvió a la política interna y los que , en aquellos años , carecían del encanto  para movilizar multitudes han sido ungidos por la voluntad de sus conciudadanos. Esta experiencia, que tuve la suerte de vivir, la he recordado mucho a raíz de la elección de Óscar Iván Zuluaga como candidato único del movimiento Uribe Centro Democrático. Se le reconoce su seriedad, el conocimiento del país y del Estado, la manera rigurosa como analiza los distintos temas, la claridad de los objetivos que persigue en tanto todos los planteamientos están sustentados en cifras y porcentajes y la defensa serena y entusiasta de las cosas en las que cree. La verdad es que eso es lo que importa. Lo demás lo irá ganando en el contacto diario con la gente, en las controversias, en los debates sobre los distintos aspectos de la vida nacional. Y hay que tener en cuenta que Zuluaga no es un improvisado. Ya ha sido elegido por los colombianos en distintas oportunidades. Los ciudadanos de su pueblo lo hicieron concejal y alcalde y luego un número mayor de compatriotas le confió la responsabilidad de representarlos en el Senado. Óscar Iván se irá creciendo, ya lo verán. Ese fenómeno ha ocurrido muchas veces en la historia, razón por la cual quise hoy compartir con ustedes mi encuentro con Lagos, Zedillo, Solana y Rubalcaba cuando solamente a uno de ellos se le auguraba un gran futuro político en su país. ¿Y qué pasó? Pues que llegaron los que no se distinguían por carismáticos.