Los bogotanos están a punto de cometer el mismo suicidio de hace cuatro años cuando eligieron a Samuel Moreno, un candidato con cero experiencia administrativa. El argumento es que Gustavo Petro no va a robar, pero ni Enrique Peñalosa ni Gina Parody lo van a hacer tampoco. Y que triste que el criterio en la capital sea elegir a alguien que no sea un hampón como Moreno.
No conozco un proyecto de ley liderado por Petro. El más bien se ha caracterizado por decir no a todo lo que huela a gobierno, siempre con argumentos, lo reconozco. Pero ello significa que es terco y no escucha. Nunca cede y dice que cree en el consenso, pero en el consenso con la izquierda.
Enrique Peñalosa, por otro lado, ha demostrado con hechos su visión de ciudad. En un país inviable convirtió a Bogotá en una metrópolis modelo, que siguió progresando con Mockus y Lucho Garzón, hasta que llegó el desastre de Samuel Moreno. Peñalosa es un especialista en desarrollo urbano, invitado como conferencista a las reuniones de hábitat más importantes a nivel mundial.
Que las losas de Transmilenio, la inseguridad en el sistema y el sobrecupo, sí, pero esos problemas vinieron después. La respuesta a estas críticas infundadas es ¿se acuerdan del caos cuando no había Transmilenio?
Otra crítica es la alianza con Álvaro Uribe, pero también se olvidan los bogotanos que Uribe salió de la Presidencia con niveles de aceptación superiores al 70%. Antes de su gobierno la guerrilla tenía rodeada a Bogotá, había más de 200 municipios donde los alcaldes despachaban desde las capitales del departamento y más de 300 donde no había presencia de la Policía. Uribe le dio un golpe mortal a la guerrilla y desmontó al paramilitarismo. Los índices de seguridad aumentaron en todos los niveles. Pero aún así, Peñalosa no va a gobernar con Uribe, así como Santos no lo ha hecho tampoco. Es una alianza para las elecciones, para evitar caer en el desastre y marasmo nuevamente.
Luego viene el tema del metro. Samuel Moreno le ganó a Peñalosa prometiendo que lo iba a construir. Petro está sosteniendo lo mismo. ¿Cómo pueden ser de ilusos los bogotanos pensando que esto es posible? Los metros en las grandes ciudades se han ido construyendo a medida que se desarrollan las mismas, excavando antes de destruir las calles, y de construir viviendas y edificios encima.
El interés de Petro no es realmente la Alcaldía. El aspira a ser Presidente y la Alcaldía es el primer escalón. Por eso no le importa prometer irresponsabilidades. Peñalosa quiere continuar la obra que empezó y devolverle a los bogotanos la ciudad que destruyeron los hermanos Moreno, los Nule, el Concejo y el cartel de la contratación. Es inconcebible que los bogotanos, con semejante desastre, se inclinen por una persona con cero experiencia gerencial y que representa, otra vez, un salto al vacío.
La ironía será que un exguerrillero, sí, amnistiado, ya lo sé, perteneciente a un grupo que quemó el Palacio de Justicia con financiación de Pablo Escobar, robó las armas del Cantón Norte, asesinó a José Raquel Mercado, se tomó a la Embajada de República Dominicana y secuestró a Álvaro Gómez, entre otros, sea elegido Alcalde de Bogotá. Aún hoy en día Gustavo Petro mantiene relaciones con banqueros con los que negoció la entrega de un millón de dólares depositados en Panamá (los que iba a recoger Jaime Bateman cuando su avión se accidentó), a cambio de la liberación de un secuestrado de la familia dueña del banco, al que mantuvieron en Ecuador.
Pero lo que definitivamente no tiene perdón de Dios es que tanto el General Arias Cabrales y el Coronel Plazas Vegas se estén pudriendo en la cárcel, por haber retomado a sangre y fuego el control de la democracia. El voto contra Petro debe ser un voto castigo por esta injusticia.
Todo esto sumado además a su voto por el Inquisidor Ordoñez, lo cual es una muestra de su incoherencia. Ha pedido perdón, sí pero eso no borra el hecho. Y también es cierto que su aliado en los debates contra los funcionarios del gobierno Pastrana era Javier Cáceres, hoy en la cárcel por parapolítica.
Se que me van a odiar, a decir que le estoy haciendo un mandado a JJ Rendón (a quien no conozco y no me interesa conocer) o que soy peor que él, lo cual puede ser cierto, pero tenía que aprovechar la oportunidad que me da Kien&Ke y expresar mi ira.
Finalmente una anotación sobre Medellín, mi ciudad. La única obra destacable de Luis Pérez ha sido el techo que le instaló a la plaza de toros La Macarena porque le gusta mucho el espectáculo y no quería que se aguara con la lluvia. Cada vez que hay corrida asiste con una prepago más llamativa que la anterior. Y hablan de otras malas compañías que le están haciendo campaña. Paisas: el que se acuesta con niños, amanece mojado.