Presidente sálvenos de Ricardo Sabogal

Más de la mitad de mi vida la he dedicado a ayudar y apoyar a los colombianos que han perdido sus tierras como consecuencia de la guerra en nuestro país. Sentí que esa lucha había tenido eco en los oídos del presidente Juan Manuel Santos cuando aseguró  que la aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras justificaría su paso por la Presidencia. Debo reconocer que hoy por hoy esa ilusión que llegué a sentir desde el momento en que la norma inició su trámite en el Legislativo con la radicación en manos del primer mandatario, su posterior firma en la Plaza de Armas del Palacio de Nariño con la presencia del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Mom,  y el comienzo de su aplicación en el acto celebrado en el municipio de Necoclí el 12 de febrero de 2012, poco a poco se fue desvaneciendo cuando Ricardo Sabogal, director de la Unidad de Restitución de Tierras, comenzó a demostrar que los resultados de su labor no estaban encaminados a  lo que las víctimas del conflicto esperaban. Hoy  me siento en la obligación moral de dar a conocer  mi grado de insatisfacción por los resultados del trabajo que hasta el día de hoy  en materia de restitución de tierras arroja esta entidad bajo la dirección de Ricardo Sabogal, quien en lugar de acoger las sugerencias y recomendaciones dadas por quienes durante años hemos recorrido el país entero empapándonos de los miles de casos de despojo, decidió inventarse la microfocalización, involucrando al ministerio de Defensa a quien le pregunta por los lugares donde se puede llevar a cabo la restitución, convirtiendo a los militares en árbitros de los procesos. No sé hasta dónde aguante el invento de Sabogal, con el que  saca pecho  por los  789 predios que hasta el día de hoy se han restituido,  de un total de  360 mil  solicitudes y 6 millones de hectáreas por restituir, según datos oficiales. Resultados como los anteriores son para llorar y no para enorgullecerse. Tampoco sé hasta dónde aguante la excusa presentada por este funcionario al asegurar que la lentitud en estos casos “es normal”, cuando la ley 1448 diseñó mecanismos para agilizar los procesos, otorgando la posibilidad de priorizar las restituciones colectivas sobre las individuales; facilitando las restituciones por vía administrativa cuando no se encontraran opositores,  y por último  promoviendo las sentencias de restitución en zonas que presenten  riesgos en seguridad, ofreciéndole  a la víctima una compensación o la ubicación en otro territorio, mientras el Estado continúa en la persecución  del bien despojado. No me explico por qué Ricardo Sabogal toma la decisión  de complicar los procesos de restitución acudiendo a este tipo de fórmulas,  que claramente no se hacen en favor de las víctimas de despojos. Tampoco entiendo la razón por la que el presidente Santos no sale de este tipo de funcionarios que ningún favor le hacen a su gestión, sino que más bien le hacen el lado a sus opositores, uno de ellos, el doctor José Felix Lafaurie, presidente de Fedegan, quien asegura que  “los ganaderos son las primeras víctima del despojo de tierras”, cuando está demostrado lo contrario, porque han  sido algunos de  ellos, quienes de manera individual,  sirvieron como una de las principales fuentes de financiación de los paramilitares, y vaya uno a saber si en la actualidad harán lo mismo con  las bandas criminales. Creo que ha llegado la hora de que se impulse una audiencia pública encabezada por el primer mandatario, donde este le pregunte a Ricardo Sabogal en presencia de las organizaciones de víctimas y restitución de tierras, por los resultados de su gestión y la confronte con la opinión de los colombianos que buscan la devolución de sus predios, y que posterior a esto se haga una evaluación al interior del Consejo de Ministros y si se pregunte  si vale la pena continuar con el modelo impuesto por este funcionario. @ludyspalencia