¿Quién dijo que para ejercer como periodista hay que estudiar periodismo? El periodismo es un oficio, no una profesión. Yo, por ejemplo, no estudié periodismo pero soy periodista porque así me gano la vida. No estudié las reglas, y de hecho, ¿cuáles reglas? No es tan complicado. El buen periodista debe tener sentido común, ser honesto y justo, y ojalá inteligente, al menos un poquito. Y hay muchas formas de ser inteligente. De ahí en adelante, considero que las reglas dependen de cada caso. Y todos los días se aprende algo nuevo. Bruto el que crea que se las sabe todas.
La primera vez que entrevisté a alguien fue a Juan Carlos Ortíz, el publicista, hace más de dos años. Preparé un cuestionario y me fui a conocerlo como una chismosa, queriendo saberlo todo. Con el tiempo he aprendido a oír, que es básico. Y a no pensar en la siguiente pregunta mientras me están respondiendo. He aprendido cualquier cantidad de Germán Izquierdo, que además de mi jefe es mi gran amigo hace muchos años. Tengo la suerte de estar bajo el mando de alguien que ama lo que hace, que ha leído mucho y que escribe impecablemente. De él aprendí a no molestar al lector, por ejemplo. Y puse en práctica el Show, don’t tell de los gringos, que quiere decir: Mostrar y no decir. Fuentes, fuentes, muchas fuentes. Lo importante que es mostrar las dos caras de una moneda. Todos los días aprendo. Y aprendo viendo trabajar a quienes me rodean.
El periodista aprende mientras ejerce el oficio. ¿A quién le advirtieron en la universidad la mierda que hay que comer en los medios de comunicación? ¿A quién le contaron el nivel de los egos que manejan la mayoría de directores y estrellas de los medios? No me creerían lo mucho que lloré… ¿En qué clase les contaron los sueldos paupérrimos que ganan los periodistas? ¿Les confesó algún profesor que en este medio todo se mueve por palancas? Mentiroso el que lo niegue.
¿Qué necesidad tenemos de que el periodismo se vuelva una profesión? ¿Para qué? Los 7 semestres que estudié comunicación social fueron una pérdida de tiempo. Todo lo que sé sobre radio se lo aprendí a Gustavo Verbel, que en ese tiempo era el productor nacional de Julio Sánchez Cristo, de quien no aprendí un culo. Mi vieja dice que yo escribo cositas desde que soy una niña; yo no me acuerdo de nada. El punto es que para escribir se necesita tener un don, o una pasión. Se necesita leer, mucho, porque la lectura inspira y enseña. De igual forma, siempre me he negado a leer como una escritora. Yo solo leo para entretenerme. No existe el libro que haya terminado porque tocaba terminarlo. Sobre la televisión no sé casi nada, o nada en absoluto. Así es que bien puedan corregirme los expertos, pero, ¿qué más hace falta para presentar noticias que estar enterado, registrar bien y ser seguro de uno mismo?
El trabajo disponible no debería ser para el periodista, sino para el más preparado, el mejor. Allá usted si decidió estudiar comunicación. Si se endeudó y ahora no consigue trabajo. Ojo, no van a creer que a mí me pagaron la carrera mis viejos. Terminé pagándola yo y estoy más endeudada que todos ustedes. Estudié escritura creativa con énfasis en ficción, y tampoco puedo decir con total convencimiento qué aprendí en el pregrado y el máster. Lo cierto es que estuve expuesta a innumerables talleres en donde aprendí a filtrar las opiniones de la gente, pues no toda crítica es valiosa. Lo que sí rescato de mis años en la academia es la importancia de tener una voz original. En este mundo de borregos y clones lo que más importa es tener algo nuevo que ofrecer.
A Catalina Ruíz-Navarro no le hizo falta estudiar periodismo para tener una de las columnas más leídas y controversiales del país. Luis Carlos Vélez no tuvo que pasar por una facultad de comunicación social y periodismo para ser el primer latinoamericano presentando en CNN International. Julio Sánchez Cristo tampoco estudió periodismo y es uno de los hombres más poderosos del país. Hay muchos más ejemplos, cómo no. Y ninguno de ellos le ha hecho daño al periodismo, todo lo contrario. Han abierto caminos para los que vienen detrás. Por ahí leí un comentario de un lector quejándose de que son quienes no han estudiado periodismo los que más daño le han hecho al periodismo. Falso. No generalicen. Además no es cierto que el periodismo se haya dañado. El periodismo está cambiando, está evolucionando.
Hoy en día ni siquiera hace falta ver noticieros, leer periódicos u oír radio para enterarse de lo que está pasando en el país y el resto del planeta. En Twitter informan sus usuarios, que nada tienen que ver con el periodismo. Siendo este el caso, ¿para qué nos esforzamos en volver del periodismo una profesión? Yo propongo que sigamos como vamos, que así estamos bien y mejorando.
Dejen de creer que un diploma en periodismo (que no es más que un papel, o cartulina en el mejor de los casos) les asegurará una carrera exitosa o los conocimientos necesarios para ganarse un Simón Bolívar.
@Virginia_Mayer
¿Vale la pena estudiar periodismo?
Jue, 15/08/2013 - 16:30
¿Quién dijo que para ejercer como periodista hay que estudiar periodismo? El periodismo es un oficio, no una profesión. Yo, por ejemplo, no estudié periodismo pero soy periodista porque así me ga