La primera vez que los televidentes vieron a Celmira Luzardo fue en 1971, en la telenovela Volverás a mis brazos, donde interpretaba a un joven bailarina de ballet. Dos años más tarde hizo su primer protagónico, en La Herencia. Desde entonces, el rostro de Celmira siguió llenando las pantallas y se convirtió en uno de los más reconocidos de la farándula.
Nacida en Bogotá el 31 de marzo de 1952, durante su juventud quiso ser ingeniera, carrera que comenzó pero luego abandonó para seguir los pasos de sus dos hermanos mayores, Julio y Consuelo, quienes desde muy jóvenes se abrieron campo en el mundo artístico, el primero en la dirección de cine, y la segunda en la actuación en teatro y televisión.
Celmira fue una actriz versátil y de carácter formada en exigentes academias. Primero estudio en el National Film Institute de Londres y luego en el Centro Sperimentale di Cinematografia, en Italia.
Uno de sus papeles más memorables fue el de Laura Avellaneda en la La tregua, telenovela de 1980 que protagonizó junto a Pepe Sánchez. El argumento se basaba en el diario de Martín Salomé, un financista viudo que cuando está a punto de jubilarse encuentra de nuevo el amor. La novela, dirigida por David Stivel, tuvo 91 capítulos y se emitía de lunes a viernes a las 9.30 p.m. Fue un éxito entre los televidentes.
Quienes compartieron el set de grabación con Celmira coinciden en afirmar que tenía un gran sentido del humor y, al mismo tiempo, era la más profesional, dedicada y respetuosa de los demás. El libretista Fernando Gaitán afirmó en declaraciones a El Tiempo: “Era la mejor amiga de mi vida, además de una gran actriz. Una persona vital que conocí hace más de 20 años”.
Precisamente en una telenovela de Gaitán, Betty, la fea, Celmira realizó un papel que no duró muchos capítulos pero que en el argumento de la serie fue definitivo: Catalina Ángel, la mujer que le devolvió la autoestima a Betty y la asesoró en su definitiva transformación. Los más jóvenes recuerdan ese papel, pero quienes hoy tienen más de cuarenta años, se acostumbraron a ver a Celmira en decenas de producciones desde los 70 hasta los años 90.
Unos la recuerdan el La potra zaina, otros en Los cuervos, otros tantos en Francisco, el matemático, uno de sus últimos papeles. En el cine participó en dos películas: Esposos de vacaciones y Colombian Connection, ambas dirigidas por Gustavo Nieto Roa.
Celmira estuvo casada con un sobrino del expresidente López Michelsen que murió de manera trágica en un accidente de tránsito.
Hace unos años, a la actriz se le diagnosticó cáncer de estómago. Pero ella siguió viajando, viviendo con misma energía y la convicción de que el cáncer estaba en la cabeza y que, tarde o temprano, se curaría. Vivió los últimos años en la isla de San Andrés, alejada de la televisión. El 12 de marzo, a raíz de complicaciones respiratorias, falleció en Bogotá. Sin duda, una de las grandes actrices en la historia de la televisión colombiana.
Celmira Luzardo, la actriz que cambió el mar por la actuación
Vie, 14/03/2014 - 05:52
La primera vez que los televidentes vieron a Celmira Luzardo fue en 1971, en la telenovela Volverás a mis brazos, donde interpretaba a un joven bailarina de ballet. Dos años más tarde hizo s