Una mujer visionaria, transgresora y con un legado muy importante en la historia de las artes de Colombia es poco para hablar de Débora Arango, una de las artistas más influyentes de la Medellín de los años treinta y cuarenta.
Su historia ha inspirado a cientos de artistas que se han abierto paso en el mundo de la pintura.
La incidencia de su obra en el arte es muy fuerte pues cada historia sobre Arango, muestran rebeldía y resistencia a una sociedad que le temía a ver y a explorar el arte con mucha sensibilidad y profundidad.
Quienes han dedicado su vida a estudiar su obra dicen que Débora es una de las pocas mujeres artistas de esa época en el país que logró ver el futuro, además de una persona valiente, pues enfrentó muchos prejuicios para pintar como lo hizo.
Dentro de algunas de las anécdotas sobre la vida de la artista colombiana, está la que relata el momento en que jerarcas de la iglesia censuran sus acuarelas sobre desnudos, alegando que “una niña decente no debía pintar así”, algo que molestó a Débora ya que su maestro Pedro Nel Gómez con quien había aprendido a pintar desnudos, también exponía su obra junto a la de ella.
La respuesta por parte de los religiosos y el Estado que se habían unido en el concordato, la época en la que la iglesia tenía el poder de vigilar la vida y el cuerpo de las personas, en especial el de las mujeres que no tenían derechos o autonomía, por lo que en aquel momento la respuesta se refugió en el machismo y a la artista le respondieron: “él puede porque es hombre”.
Además fue una mujer perseguida por Laureano Gómez, Mariano Ospina Pérez, Álvaro Gómez y Rojas Ponilla, algo que le jugó en contra. Aunque Arango también logró encontrar aliados como cuando Jorge Eliécer Gaitán la apoya cuando es ministro de educación, invitándole a hacer una exposición en el fuelle del Teatro Colón.
Su obra ha sido expuesta en muchos rincones del mundo que buscan darle voz a una vida mujer que luchó por sus derechos y los de otras mujeres rompiendo paradigmas y siendo un referente para las generaciones que la precedieron.
Débora Arango nació en la ciudad de la eterna primavera un 11 de noviembre de 1907 y murió en Envigado el 4 de diciembre de 2005. Hoy es recordada como una artista y acuarelista colombiana que desarrolló su obra dentro del movimiento expresionista.
El Museo de Arte Moderno de Medellín atesora su obra para los visitantes que desde diferentes latitudes llegan ante sus pinturas para admirarlas, estas piezas que fueron en total 233 fueron donadas por la artista en 1986.
Su legado está más vivo que nunca en las generaciones que han seguido sus pasos y defendido sus ideales.
