Esa abeja estilizada y amigable que aparece en la famosa serie televisiva de La abeja Maya, no tuvo un origen tan noble como lo aparenta. Nació en medio de la Segunda Guerra Mundial y de la mente de un escritor al servicio del régimen Nazi: Waldemar Bonsels.
La fábula que le dio la fama a su escritor, al convertirse en un bets-seller imprescindible, no surgió como un libro para niños. Incluso, según algunos historiadores como Sven Hanuschek, que escribió un artículo en el Frankfurter Rundschau, fue popular entre los soldados del Tercer Reich que hallaron en la novela una fuente de inspiración.
Esa situación tiene origen en la vida del autor. Waldemar Bonsels nació el 21 de febrero de 1880. Abandonó la escuela a los 17 años e inició una vida de aventurero que lo llevó a conocer diversos países, dejando atrás a sus padres que le colaboraron para fundar su propia editorial en Schwabing.
Cuando regresó a Alemania se dio cuenta, según Hanuschek, de que para que sus libros triunfaran debía acercarse al poder. Empezó a recorrer cafés en los que conoció, tanto a Benjamin Franklin Wedekind como a los reconocidos hermanos Mann, al igual que a políticos del partido nacionalsocialista.
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Aunque La exóticas aventuras de la abeja Maya, publicada en 1912, ya aglomeraba reconocimiento en la Alemania de los años 1920. Este fue mayor cuando el régimen se instauró sobre los años 1930 en el poder y empezaron a hallar en él un discurso belicista y legimitador de sus posturas antisemitas.
Contrario a la edición posterior para cuentos infantiles y series televisivas, La abeja Maya original no tenía tantos personajes. En principio eran la colmena, donde destacaba el personaje de Maya, y las sucias y perversas avispas.
Incluso la propia fundación Waldemar Bonsels describe el argumento bélico de la novela. "Al principio hay un acto anárquico. En lugar de recolectar miel, en lugar de seguir la norma y trabajar, Maya aprovecha la oportunidad de su primera excursión para superar la oferta. Ella explora el mundo. Se siente intoxicada por el sentimiento de su libertad", reconstruye la fundación.
La abeja Maya continúa su recorrido rebelde hasta que ve una avispa tragarse un escarabajo de manera salvaje y decide regresar a la colmena, bajo las órdenes de la reina, para exterminar al sucio enemigo. El historiador Hanuschek encuentra en un aparte del texto, un discurso inspirado en las palabras de Guillermo II.
Allí el político alemán ordena, durante la guerra con China, no dejar prisioneros y ningún enemigo vivo. Al igual que lo hace la abeja reina al decir que no tienen ningún prisionero, todos han muerto, y que si quieren luchar los encontraran a todos dispuestos a entregar la vida. Incluso en un aparte el personaje principal, la abeja Maya, se atreve a decir que la única solución para hallar la paz es acabar con todas las avispas.
Ese fue el sentido que según el historiador inspiró a los soldados nazis durante la Segunda Guerra Mundial, encontrando sentido en el sacrificio de la libertad y el exterminio del enemigo, que en ese caso fueron más de seis millones de judíos muertos.
Incluso, Waldemar Bonsels publicó más obras ensayísticas, poéticas y filosóficas poco difundidas, en las que mostraba un profundo sentimiento nacionalista y antisemita. El historiador asegura que esos textos, en gran parte superfluos, fueron redactados para ganar la amistad con el régimen.
"En 1933 escribe algunos artículos de periódico, sentado en Capri, sin presión externa, en los que ensalzó las influencias de la sangre de origen extranjero en el hombre alemán moderno y dice que las quemas de libros son" demasiado tormentosas, pero útiles ", escribió Hanuschek. Todo porque en la misma ciudad se encontraba Hitler para la fecha.
Finalmente el escritor alemán quedó marcado con su éxito y el resto de su obra se perdió en pocas ediciones. Al término de la Segunda Guerra Mundial fue censurado, pero su obra revivió con la producción de Disney Chanel y algunas adapataciones, no literales, para cuentos que se tradujeron a más de 40 idiomas. Sobre su final, a parte de negar sus posturas antisemitas, solo se sabe que murió el 31 de julio de 1952.
