Tiempo atrás, cuando el fútbol era una diversión antes que un negocio, cuando se apostaba por el espectáculo antes que por la táctica, cuando los goles se veían en blanco y negro, él los hacía en alta definición. Surgido de una tierra pobre, colonia de Portugal al sur del continente africano, Eusébio creció entre la selva para eclipsar al que por esos tiempos era el indiscutido rey: Pelé.
Nacido entre panteras, así fue apodado, fue adoptado por las Águilas. Benfica fue su casa y aclamado por sus fanáticos llegó a lo más alto del balompié europeo en 1965, año en el que alcanzó el balón de oro del Viejo Continente. Anteriormente había puesto a su club en la cúspide pero tenía desafíos mayores, hacer de Portugal una potencia y vencer a O Rey.
Toda Portugal le rindió homenaje al ídolo más grande del fútbol luso.
El mundial de 1966 en Inglaterra, ante los ojos de La Reina, era la ocasión perfecta para desafiarlo. La suerte jugó a favor de las pretensiones de Eusébio quien pudo tener a Pelé frente a frente en la fase de grupos. Liverpool, la tierra de los Beatles, que en esa época también eran reyes, vio el encuentro entre dos titanes.
Los anteojos británicos apuntaban hacia el astro brasileño que lideraba a la selección bicampeona del mundo, pero los aplausos se los llevó ‘La Pantera’. Dos goles de Eusébio para el triunfo lusitano y la eliminación de Brasil, ante la mirada atónita de un Pelé que se iba mal herido en su orgullo y en lo físico dejando en Goodison Park la corona que se calzó Eusébio.
Eusébio y Pelé, mucho tiempo después de su legendaria batalla.
La ambición de la ‘Perla Negra’ no se detuvo y guío a Portugal a avanzar en el torneo hasta toparse con los locales en semifinales que ante su público no defraudaron. Sin embargo, los nueve goles anotados por la ‘Pantera’ le dieron el botín de oro y una página en la historia del fútbol a un jugador que durante una época amenazó el reinado de Pelé y lo superó en cancha.
La Pantera que intimidó al rey Pelé
Lun, 06/01/2014 - 10:37
Tiempo atrás, cuando el fútbol era una diversión antes que un negocio, cuando se apostaba por el espectáculo antes que por la táctica, cuando los goles se veían en blanco y negro, él los hacía