Antes se convertirse en ilustre contador de historias y ensayos, José Saramago fue mecánico y hasta cerrajero. Nació en Azinhaha, una pequeña localidad de Portugal, el 16 de noviembre de 1922. Nieto de pastores y madre analfabeta; el joven se enamoró de los libros desde muy pequeño, aunque jamás pensó que conseguiría el Nobel de literatura en 1998.
El portugués publicó su primer novela en 1947 titulada ‘Tierra de pecado’. Con ella recibió varias críticas tanto favorables como mordaces. La historia habla del contexto rural, justo el mismo en el que pasó su infancia.
El libro no fue un éxito en ventas, pero sí constituyó la ópera prima del gigante literario que durante su vida escribiría 39 obras. Lo cierto es que ese primer intento le dejó una temprana sensación de impotencia, así que desde sus 25 años, y por casi dos décadas, dejó de publicar. "No tenía nada que decir en ese momento", confesó.
Volvió a escribir en 1966. "Poemas Posibles" fue su libro de versos traducido al francés, español y catalán.
Su controvertida visión de la historia y de la cultura le permitió ser reconocido a nivel internacional por su trabajo y merecer homenajes varias universidades del mundo.
El Nobel mismo cuenta que su nombre debió ser José Sousa, por el apellido de su padre, pero el funcionario del registro civil cometió un error y lo registró como José Saramago.
Otros aseguran que fue una broma del funcionario que conocia al padre de Saramago.
Así mismo, hace dos años su esposa publicó la novela llamada 'Claraboya', que según dicen, fue escrita en los años 50, pero que no fue publicada antes por pedido expreso del escritor.
En ella, Saramago cuenta la vida de seis familias de bajos recursos que conviven en un mismo edificio y resultan envueltas en sucesivos conflictos y enredos, donde quedan al desnudo sus resentimiento, bondades, sueños y los sentimientos más profundos de cualquier humano.
En 1980, publicó su gran obra titulada 'Levantado do chão'. La narración en primera persona devela el sentido poético que caracterizó al escritor.
José Saramago recibió en 1998 el Nobel de literatura por su trabajo, y hasta ahora es el único escritor de habla portuguesa en ganar este galardón.
En su casa aún reposa su biblioteca privada que se encuentra abierta al público, y es posible allí encontrarse a su esposa, Pilar del Río Sánchez, quien además preside la Fundación José Saramago, donde reposan preciados recuerdos que el maestro de las letras conservó con simbolismo, como relojes que el mismo literato detuvo cuando marcaban las cuatro, como símbolo de amor por ella. A esa hora, en 1984 y con 63 años de edad, el escritor conoció al amor de su vida.
Ateo declarado, el escritor luego de ganar el Nobel fue consultado por varios programas donde se trataban temas religiosos. "Sinceramente, creo que la muerte es la inventora de Dios. Si fuéramos inmortales no tendríamos ningún motivo para inventar un Dios. Para qué. Nunca lo conoceríamos".
Falleció a los 87 años en su residencia en España, tras una lucha intensa contra la leucemia. Se presume que hasta el último día dedicó tiempo a su pasión, pues su esposa confesó guardar con recelo varías páginas inéditas escritas por él.
