Aprender de Dorothy sus amigos y el Mago de Oz

Dorothy vivía en medio de las praderas de Kansas, con su tío Henry, un granjero, su tía Em y aunque tenia un inmenso vacio al ser huérfana a pesar de estar siempre acompañada por Toto, su perro fiel. Ella queria encontrar la salida de un mundo habitado por adultos, lleno de reglas, regaños y gente hostil que la reprendian contantemente. “El maravilloso mago de Oz”, de Lyman F. Baum, un emprendedor, que despues de abandonar sus estudios en una academia militar, se dedico a escribir guiones y a montar obras de teatro, sin éxito, hasta que escribio esta magnifica aventura de Dorothy y sus amigos.

Esta aventura, sigue vigente hoy en día, ya que nuestra esencia podría asemejarse a la de Dorothy, al sentirmos confundidos, temerosos, o que estamos en un lugar al que no pertenecemos y algunas veces sentimos que nadie escucha. A Dorothy le pasaba esto con sus tíos, al estar ocupados con labores de la granja y a nosotros podría sucedernos algo similar en casa, el colegio o el trabajo sintiedonos atrapados o desmotivados, y como Dorothy, deseamos que en algún lugar al otro lado del arcoíris, exista un lugar mejor.

A veces nos armamos de valor y salimos a buscar el camino, aunque en otras ocasiones necesitamos que un “tornado” nos sacuda y arroje a un lugar en donde las reglas sean diferentes, aunque en cualquiera de los casos y de manera irremediable, seremos puestos a prueba. Una cosa es desear andar por los caminos del fantástico mundo del emprendimiento y otra muy diferente es verse obligado a hacerlo.

Lo mismo diría Dorothy, el mundo de Oz parecia maravilloso pero visto de cerca era aterrador. Doroty fue arrastrada por un tornado y arrancada de su hogar. Aquí el” tornado” juega un papel simbólico que muestra el “incidente” que hace a cada persona cambiar su rumbo. Cuando logra salir de su casa para darse cuenta del maravilloso y colorido lugar al que llegó, es recibida con fiestas organziadas por los “Munchkins”. Ella lo agradece, pero lo que ella quería realmente era regresar a su casa, por eso, ellos, le indicaron que debia buscar al gran Mago de Oz, el único personaje que podría ayudarla.

Dorothy una vez que comprende su situación, la asume y toma una decisión; emprender el recorrido, calzando unas zapatillas rojas que recibio al llegar a la tierra mágica, recorriendo un camino de baldosas amarillas que la llevaría hasta la Ciudad Esmeralda, en donde vivia el mago.

En el camino, Dorothy al llegar a una bifurcación se encontro con un espantapájaros, un personaje incapaz de tomar decisiones, sin un cerebro para pensar, condenado a la duda eterna que, sin quererlo, advierte a Dorothy de los riesgos de su indecisión. Algo similar sucede cuando emprendemos un negocio, ya que encontramos múltiples bifurcaciones y cada día tomamos decisiones, a pesar de que a veces, ante la novedad podemos sentirnos como el espantapájaros, sin el conocimiento suficiente para tomar la mejor decisión.

En realidad, Dorothy no tiene más información que el espantapájaros sobre cual camino tomar, pero su convicción por encontrar su destino, es mucho más fuerte que el ruido que agobia su cabeza. Su viaje comienza desde el centro de un espiral de camino de baldosas amarillas.  El color amarillo en la cultura oriental representa la iluminación y su camino hasta ella. Representa el proceso de aprendizaje y conciencia por el que Dorothy habrá de pasar. Confiada en su instinto, toma una decisión y continua su camino acompañada por su nuevo amigo, el espantapajaros.

En el camino, Dorothy se encuentra tambien a un Hombre de Hojalata, maltrecho y oxidado. Le aceita la boca para que cuente su historia y este cuenta que estaba cortando un árbol cuando empezó a llover. Atrapado en su propia monotonía, él continuó su labor sin darse cuenta que se estaba oxidando. Dorothy al liberarlo de su anquilosamiento, el Hombre de Hojalata revela su verdadera desgracia, que quien lo construyó se olvidó de darle un corazón y sin corazón, no tiene pasión y sin pasión es imposible recorrer el camino que lo llevará  a su destino.

Recorrer el camino del emprendimiento implica un gran esfuerzo. Para recorrerlo completo sin desfallecer, se necesitá de cada latido del corazón y una gran pasión, aunque en algún momento pueda sentirse perdido o estancado. En los momentos de más oscuridad, serán los ecos de los latidos del corazón los que los guíe y ayude a continuar sin parar. Aun con sabiduría y corazón, hay un elemento crucial en el largo sendero del emprendimiento: la valentía. Y de esta carece el León a quien Dorothy se encuentra en su camino hacia el mago de Oz.

Es inevitable no toparse con retos, problemas, desacuerdos, brujas malvadas, cuyo único objetivo pareciera ser echar abajo todo aquello que se ha construido. Por eso hay que ser valiente, avanzar a pesar del dolor, las caídas, las crisis o pérdidas. No es fácil y habrá momentos en que añore poder volver a un lugar tan ordinario como Kansas (casa), como lo buscaba Dorothy o a su antiguo empleo (caso actual). Aunque llegará el día en el que, al mirar hacia atrás, se podrá apreciar que el camino recorrido, el dolor, el esfuerzo y que las noches sin sueño habrán tenido su razón de ser, aunque solo se entenderá hasta descubrir qué hay al final de ese sendero “amarillo”.

Tras sortear retos y peligros, Dorothy y sus amigos llegan finalmente a la Ciudad Esmeralda, la tierra prometida, llena de respuestas, llena de verdad y ahí conocen al gran Mago de Oz, quien les dice que para concederles sus deseos (un cerebro, un corazón, valentía y un pasaje de regreso a Kansas) deben traerle una prueba de haber derrotado a la Bruja mala del Oeste.

Tras la batalla, Dorothy y sus amigos vuelven con la escoba de la bruja como muestra de su victoria, pero descubren un gran secreto, el mago de Oz es un simple humano sin magia. El mago les entrega objetos materiales como recompensa, un diploma para el espantapájaros, un dije en forma de corazón para el hombre de hojalata, una medalla al valor para el león y a Dorothy le ofrece llevarla a casa en un globo aerostático. El mago no tiene nada más para ofrecerles y tras un torpe accidente termina viajando solo en el globo, condenando a Dorothy a quedarse en la tierra de Oz.

Cada uno de ellos quería encontrar al Mago de Oz para pedirle algo, el cual, podría entenderse como un dios o esa divinidad espiritual que a veces  buscamos, para pedir apoyo. Dorothy al estar desesperada y cuando todo parece perdido, aparece Glinda, la Bruja buena del Sur, con una revelación. Que el poder para volver a casa ha estado siempre en sus pies. Solo debia chocar un par de veces las zapatillas para regresar. Siempre fué dueña de su destino, aunque la manera en que pudo descubrirlo fué recorriendo el arduo camino amarillo.

Con los emprendimientos sucede algo similar, por eso hay andar caminos y trochas con subidas y bajadas, que ayudaran a desarrollar el cerebro, el corazón, la valentía y como a Dorothy, que por convicción recorrio el camino sin importarle el color o el tipo para entender que la verdad y la solución estaba dentro de ella. Nunca desistio en su propósito, luchó siempre por regresar al lado de su familia.

El valor de la amistad es una gran enseñanza en esta aventura. Dorothy inicia su camino en compañía de Totó y va encontrando personajes que se convertirán en su inseparable “pandilla” creando un vínculo tan fuerte que se destaca la necesidad de cuidarse y apoyarse mutuamente.

El Mago de Oz también esconde un mensaje oculto: uno puede conseguir todo lo que se propone, y en muchas ocasiones, lo que pensamos que necesitamos, ya lo tenemos en realidad. Es lo que le sucede al león, al hombre de hojalata y al espantapájaros, que se unen al viaje de Dorothy para pedir valor, cerebro y un corazón. Solo que todos ellos lo encontraron dentro de sí mismos cuando creyeron de verdad en ellos mismos, al darse cuenta de lo mucho que valen.

Con el Mago de Oz se hace evidente que las apariencias engañan. Después de todas las peripecias y aventuras, al encontrarse con él, ellos caen en cuenta que, no es quien dice ser ni tenía las respuestas a sus preguntas. Situación que puede extrapolarse a nuestra vida.

A Dorothy le pasaba algo similar que a nosotros, al no se darse cuenta de lo importante que es el hogar hasta que se esta lejos de él. Este viaje al mundo de Oz le da la oportunidad de entender lo mucho que echa de menos su vida en familia. De hecho, tiene que buscar su propio camino para conseguirlo y reunirse nuevamente con su familia.

De baldosas amarillas o como quiera que sea, en todo viaje el primer paso es el más importante, el más difícil, el que más cuesta, aunque también el más gratificante. Como Dorothy, hay que enfrentarse a los problemas, a las dificultades y a las dudas. Lo importante no son las cosas que nos pasan, sino lo que hacemos con las cosas que nos pasan, la forma como afrontamos las situaciones, que dependerá en cómo nos valoramos a nosotros mismos.

La verdadera historia del Mago de Oz, trata de la confianza que uno deposita en sí mismo para afrontar los retos que se preseten. Dorothy, estaba atrapada por la Bruja mala del Oeste que la obliga a trabajar muy duro y así robarle sus zapatos mágicos. Cuando, estuvo a punto de perder la esperanza, de pronto le tiró agua a la Bruja en un arrebato de desesperanza, hacieldola desaparecer para siempre.

El libro el Mago de Oz refleja los valores funder humano, la valentía, la generosidad, el amor, la amabilidad, la solidaridad, la honestidad, la equidad, el trabajo en equipo y el altruismo individual que hacen que el mundo pueda ser un lugar un poco mejor. Por eso, hoy más que nunca, cada uno de nosotros podemos revisar los valores y principios de la sociedad siendo el momento para replantearnos las prioridades que teníamos antes de este cambio de viaje que hemos tenido que tomar.

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