Me encanta leer sobre liderazgo, no solo porque me ayuda a crecer en mi trabajo, sino también porque me proporciona herramientas para mi propio desarrollo y el de las personas con las que trabajo y a las que sirvo. También tengo la suerte de recibir información, textos y videos que sin duda me ayudan a pensar en qué puedo compartir en este espacio. En estos días, mi jefe me envió un post de LinkedIn que me hizo reflexionar: “12 Llamados de atención que todo líder necesita escuchar”. Espero que lo encuentren tan valioso como yo. Aquí les comparto algunos de ellos junto con mis reflexiones:
Si tu equipo está fallando, mírate en el espejo. Eres el problema
Los equipos pueden fallar por diferentes motivos, pero definitivamente no hay ninguno en el que como líder no estés involucrado. Te compartiré un par de reflexiones.
Si no estás entregando resultados, revisa si has dado claridad sobre lo que se requiere, si has acompañado lo suficiente, si has compartido tu conocimiento y experiencia, aclarado dudas o buscado recursos que puedan ampliar la visión y ayudar a reorientar hacia el logro.
Si todos no están trabajando coordinados, revisa cómo estás distribuyendo las tareas, si has examinado claramente el plan de acción, si hay personas que no están cumpliendo con su rol adecuadamente, si has dado retroalimentación y has señalado temas importantes para el equilibrio del equipo.
Si no puedes soportar la crítica, no estás habilitado para liderar
Cuando eres líder, eres completamente visible, no solo para ser reconocido por tus grandes logros y cualidades, sino también porque se hacen evidentes tus incompetencias. Si no estás recibiendo críticas o retroalimentación frecuente de tu equipo o colegas, revisa tu disposición para aceptar críticas y los espacios que generas para que estas se den. Examina también si consideras las opiniones contrarias como críticas hacia ti.
Si te impacta e incomoda la crítica, seguramente estás perdiendo una oportunidad maravillosa de transformarte. Además, ten en cuenta que, si no te lo están diciendo a ti, estará siendo comentado en otros espacios, lo que no te será de utilidad ni te permitirá crecer. Si tu equipo tiene temor de hablar y de opinar, tú también estarás fallando como líder.
Tu título te hace jefe, tu gente te hace líder. No confundas estas dos palabras
Esta es una invitación a preguntarte si estás trabajando para cumplir con tu labor de servicio para el equipo: ayudarles a crecer, ofrecerles tu conocimiento y experiencia, inspirarles a alcanzar metas más grandes y contribuir para que juntos sientan que sus esfuerzos valen la pena porque están trabajando hacia un fin mayor. Creer que un título te define es uno de los mayores obstáculos para el liderazgo. Puede funcionar a corto plazo, pero definitivamente no te llevará muy lejos.
No hay nada más gratificante que encontrarte en el camino a personas que tuvieron una experiencia especial de crecimiento y de logros al conocerte. No pasa así con los típicos jefes de otros tiempos. Lo uno a la siguiente reflexión: tu equipo no trabaja para ti, tú trabajas para ellos. Sirve para liderar.
No hables de trabajo en equipo favoreciendo a ciertas personas. La hipocresía mata la cultura
Asegúrate de generar conversaciones con aquellos que no están cumpliendo con los estándares más altos para indicarles y apoyarles en cómo ejecutar también con excelencia para acceder a más oportunidades. Preocúpate por ser equitativo por tener conversaciones claras y que el equipo comprenda que no se trata de favoritismos sino de desempeño. Proporciona oportunidades de manera justa ya que hablar claro es fundamental.
Si tus acciones no inspiran, tus palabras tampoco lo harán. Lidera con el ejemplo
Recuerda que hemos hablado antes de la importancia de la coherencia entre lo que haces y lo que dices. ¡De eso se trata justamente!
Un líder toma la culpa y comparte la fama. Sin excepciones
Esta frase me llevó a recordar otra muy conocida de John F Kennedy: “El éxito tiene muchos padres, el fracaso es huérfano”. Cuando tu equipo no está logrando resultados, recuerda cómo empezó este escrito, tiene todo que ver contigo. Esto incluye asumir la responsabilidad sobre el no resultado, sobre el error. Eso también viene con el título.
Por otro lado, es maravilloso sentirse orgulloso cuando lo has logrado, pero es fundamental recordar que tus logros no los alcanzaste solo. Si eres un buen líder, lo habrás hecho con tu equipo. Resalta y reconócelo en todos los lugares, celebra y comparte los triunfos con quienes te han ayudado a cumplir estas metas.
Sin excepción, el liderazgo no se trata de ti, se trata de ti con otros. Es una gran y gratificante responsabilidad, es la más hermosa oportunidad de servir. Tiene sus retos, pero sobre todo tiene enormes satisfacciones.