De 193 países del mundo, sólo 22 tienen mujeres como Jefes de Estado; 119 países nunca han tenido en toda su historia una presidenta y solo en 14 estados los ministerios han alcanzado un promedio de 50% de espacios ocupados por mujeres, según cifras de la ONU.
Hace tan solo 65 años las mujeres en Colombia votaron por primera vez. Un primero de diciembre de 1957, casi 2 millones de mujeres salieron a las urnas y dejaron un precedente histórico, comenzó esa lucha por conseguir ser sujetos de derechos humanos, transformando culturas, tradiciones y muchas veces sus propias religiones que las excluían.
Desde entonces, año tras año, la participación de las mujeres en la política colombiana ha ido escalando, aunque no al ritmo que muchos quisiéramos. 19 elecciones presidenciales se han realizado desde que el sufragio se extendió a mujeres por igual, sin embargo, a la fecha, ninguna mujer ha sido electa como presidenta. Solo hasta 2018 Colombia tuvo la primera mujer vicepresidenta, y este año, 2022, la primera mujer vicepresidenta afro en la historia política colombiana, que además es la primera mujer afrocolombiana en postularse a la presidencia.
Las mujeres son el 51% de la población colombiana pero sólo el 6% participan en Gobernaciones, el 12% de Alcaldías, el 30% del Congreso, 19% de las altas cortes, el 12% en las rectorías y según cifras del DANE, hoy ganan 36% menos salario que los hombres.
En Antioquia, solo 12, de 125 municipios, tienen alcaldesas. Este departamento no supera ni siquiera la media nacional de las últimas elecciones locales de 2019 (12%). Las subregiones antioqueñas que más tienen alcaldesas no superan las tres mujeres, siendo Urabá y el Norte aquellas subregiones “destacadas”, seguidas por el Oriente y el Suroeste antioqueño con 2 mujeres en posiciones de poder cada una, el Occidente con una sola mujer alcaldesa y finalmente, el Magdalena Medio y el Área Metropolitana de Medellín sin alguna mujer en el cargo de Alcaldesa, algo sumamente preocupante porque en esta última subregión se concentra casi el 70% de la población del departamento, así como la mayoría de universidades, industrias y desarrollo.
Existe entonces una realidad latente, que requiere no solo voluntad política para construir reformas políticas y electorales de paridad y equidad de género, sino que además es tarea de todos propiciar las condiciones para que no solo la participación de las mujeres incremente, sino también su representación en escaños o espacios de poder. La sociedad requiere de más mujeres lideresas, con ganas de transformar las realidades que vivimos. Necesitamos grandes cambios, pero tenemos que empezar por casa.
“El liderazgo y participación política de las mujeres es fundamental para fortalecer la democracia, el desarrollo y la paz en Colombia, no solo porque las mujeres tienen igualdad de derechos, gran liderazgo y talento, sino además porque las agendas de igualdad son un beneficio para toda la sociedad”. ONU Mujeres, 2022
Las invito mujeres, a que en las elecciones de 2023 se animen a ir a la elección popular de alcaldías, concejos, asambleas y gobernaciones, a que sigan alzando su voz, a que sean protagonistas del cambio de nuestra sociedad porque la democracia las necesita.