Escribir sobre una región diferente a la de uno (mi familia es antioqueña) es más complejo y al mismo tiempo más objetivo, solo que en estos momentos debemos actuar como un solo país, por eso quiero dedicar unas líneas a una región que quiero y admiro, la Región Caribe, por su gastronomía, su cultura, la amabilidad de sus ciudades, la alegría y competitividad de su gente, la agricultura, los recursos naturales y grandes amigos en los ocho departamentos.
La Costa Caribe es una de las regiones más prosperas, innovadoras, transformadoras, competitivas, con fortaleza deportiva, gastronómica y cultural, con potencial de desarrollo económico, por su capacidad para generar ingresos y riqueza como Barranquilla y su nuevo programa de Biodiverciudad, y otros municipios con una riqueza agrícola, ganadera, portuaria y turística, esta última mal enfocada, porque lo que más se promociona es Cartagena, cuando existen fascinantes destinos como Sincelejo, Valledupar, Monteria, San Jacinto, la laguna de Ayapel, donde pase varias temporadas y el famoso pato pisingo), Baraona, Sabanalarga, Cienaga, Corozal, Coveñas, Cereté, entre muchos otros que podemos promocionar desde la misma región y desde las empresas del sector turístico del país siendo estas un polo de desarrollo turístico y económico importantísimos.
De acuerdo a mi gran amigo Gabriel Angulo, las cifras del Consejo Privado de Competitividad[1] donde se miden aspectos relevantes como las instituciones públicas, infraestructura, sostenibilidad ambiental, salud, educación, entorno laboral y de negocios, adopción TIC, la innovación y dinámica empresarial, los departamentos de la Costa Atlántica no salen bien librados. Encontramos al departamento del Atlántico en el cuarto lugar, muy por debajo de Bogotá en primer lugar, aunque cerca de Antioquia y Santander que ocupan segundo y tercer lugar respectivamente. Bolívar en el puesto 13, Magdalena en el 18, Cesar en el 19, Córdoba en el 22, Sucre en el 23 y La Guajira en el puesto 27.
Por lo anterior, debemos comenzar a identificar las causas de este rezago de la región y así mismo, identificar las fortalezas de cada departamento y la posibilidad de explotarlas y generar crecimiento y desarrollo económico.
Haciendo un análisis retrospectivo de la situación, una posible causa es la falta de inversión en tecnología en la región, entendiéndola como infraestructura, equipos de cómputo, tabletas, energía eléctrica (algunas empresas TIC pueden utilizar redes eléctricas para llevar fibra óptica a los hogares y empresarios) y formación en tecnologías a la población de todas las edades, por lo que los gobiernos deben apropiar las tecnologías emergentes para llevar, con apoyo del MinTic, conectividad y electricidad a toda la región Caribe (ojala al 100%) y enfocarse en asuntos de teleeducación para que alumnos, profesores y rectores de instituciones educativas, tengan acceso a Internet y equipos y así participar diariamente en clases virtuales y/o presenciales teniendo posibilidad de realizar tareas, investigaciones y trabajos en la red, ingresar a bibliotecas virtuales, soluciones en la nube y plataformas de videoconferencia como las que utilizamos en estos momentos.
De igual manera en telemedicina, que en este momento de crisis se esta destapando la real radiografía de la red pública hospitalaria, y es aquí el gran propósito, especialmente por ser un tema de prioridad nacional, en el que alcaldes y gobernadores de la Costa Caribe podrían enfocar parte importante de recursos para el mejoramiento y fortalecimiento de su red pública hospitalaria dejando al final de sus mandatos un importante legado en sus conciudadanos.
Igual sucede con teletrabajo, esta nueva realidad, que con mayor conectividad, para que la productividad industrial, comercial, agrícola, turística, portuaria, minera, entre otras, tengan un crecimiento exponencial como lo tienen Barranquilla y Medellín, que entendieron que el trabajo conjunto, gobierno y empresas, genera un desarrollo económico, social y político sostenido que impregna un arraigo especial del ciudadano por su ciudad.
Siendo el sector agropecuario uno de los más importantes de la Región Caribe, por su variedad de productos e inversión que hacen los agricultores y ganaderos, se hace necesario una política pública agresiva, con programas crediticios blandos y microseguros, con periodos de gracia flexibles, para reactivar el campo, mejorar la productividad, adquirir mano de obra calificada (crear empleo), insumos, mejorar los distritos de riego y apropiar la tecnología para la eficiente gestión de sus cosechas de yuca, ñame, maíz, mango, entre otros y de sus hatos ganaderos.
De acuerdo con el experto en ciudades inteligentes, Juan C Ochoa, existen programas que implementan tecnologías emergentes como inteligencia artificial e Internet de las cosas, que optimizan la productividad y al mismo tiempo la inversión de recursos en este sector y al mismo tiempo genera la base para bancarizar a los agricultores a través de la banca móvil.
Dentro de la estrategia de ciudades inteligentes que la Región Caribe quiere desarrollar, se podría iniciar con la construcción de nuevas urbanizaciones de vivienda de interés social, y desarrollar ecosistemas de microciudades inteligentes donde los hogares, centros educativos, recreativos, de salud y comercios estén conectados a internet e incluya sistemas de gestión inteligente del medio ambiente, acueducto, aguas residuales y sistemas inteligentes de alumbrado público y red eléctrica, además sistemas de prevención temprana de riesgos por caudal de ríos, arroyos, lagunas, cienágas y por su puesto del mar.
Con la evolución hacia ciudades seguras e inteligentes se puede combatir y prevenir oportunamente los desafíos y peores virus como el microtráfico y la explotación sexual, entre otros.
La Región Caribe cuenta con varios puertos de carga y pasajeros como los de Cartagena, Barranquilla, Santa Marta y Tolú (inicialmente con cemento) ahora mueve granos y ganado en pie hacia el medio oriente, además de servir por la cercanía a toda Antioquia y el desarrollo para el Uraba antioqueño, donde la tecnología juega un papel importante en la administración de los procesos portuarios como por ejemplo el control de contrabando, la eficiente inspección y vigilancia de mercancías, o el peso de los contenedores al arribar y salir del puerto, entre muchos otras soluciones que ofrece la inteligencia artificial, el Big Data y el internet de las cosas, lo que haría mucho más eficiente nuestros puertos, que como ya lo he mencionado, se crean trabajos más especializados directamente e indirectamente para todo el ecosistema que se mueve alrededor de los puertos, mayores ingresos fiscales, inversión en infraestructura cobrando mayor atención las autopistas como la del Sol, las vías terciarias y las 4G ya contratadas, para generar un mayor trafico desde y hacia el interior del país y aquí la conectividad juega un papel fundamental no solo para el control de mercancías, atención móvil en la vía, detección electrónica de infracciones y la gestión del trafico en general y tiempos de entrega.
Ahora bien, la adopción de las TIC e innovación son aspectos relevantes de competitividad, juegan un papel fundamental en la capacidad de las entidades públicas y privadas para prestar mejores servicios enfocados en los ciudadanos, por esto la importancia de la conectividad como componente transversal de la Región Caribe para que sus habitantes tengan acceso a educación, salud, trabajo de calidad y promover la historia, cultura, gastronomía, el arte caribeño y emprendimientos para vender sus productos y servicios en nuevos mercados y quienes la visitemos vivamos diversas experiencias fantásticas.
Estamos en el momento de la Costa Atlántica para invertir en su gente, en los municipios y territorios para que esta región próspera y pujante que se caracteriza por sus riquezas naturales, culturales, humanas y su infinidad de recursos se convierta en un polo de desarrollo para Colombia y en un referente mundial de prosperidad, transformación y territorio inteligente.
Para esto es fundamental trabajar conjuntamente con el gobierno nacional, academia, sector privado, ciudadanía, empresas TIC, gobernadores y alcaldes (unidos tomando decisiones como un solo Gobierno Regional) y llevar acceso universal a Internet (servicio esencial) que permita fortalecer y reactivar las económias locales de la región.
Por esto es importante que el gobierno nacional continúe promoviendo en las regiones el uso de las TIC como instrumento para conseguir varios de los objetivos que los gobiernos locales de la región están plasmando en sus planes de desarrollo, los cuales deberían estar enfocados en reactivar sectores como salud, agro, comercio e infraestructura y así atender las necesidades básicas de los ciudadanos como alimentos, agua potable, electricidad, vivienda, educación y salud brindando soluciones a los problemas que hoy aquejan algunos municipios de la Región Caribe y de otras regiones de Colombia.
[1] Índice Departamental de Competitividad. Consejo Privado de Competitividad. 2019.