A veces se puede pensar que con una tragedia que alguien reciba en la vida es suficiente; la sufrimos, la superamos, la pasamos. Pero la vida es la vida, y solo Dios -para los que creen- o el destino saben lo que le espera a una persona.
A Mireille Knoll la mataron a los 85 años, en su sencillo apartamento en el centro de París, dos musulmanes. Solo por el hecho de ser judía.
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Después de haber sobrevivido a la redada del Velódromo de Invierno, tuvo que vivir un episodio que sí terminaría con su vida. Entre el 16 y 17 de julio de 1942, más de 13 mil judíos fueron detenidos e internados en el Velódromo. Luego fueron enviados a Alemania y a Polonia en tren para ser exterminados.
Mireille -que tenía entonces 9 años- había escapado días antes con su madre a Portugal, por lo que se salvó de la muerte.
En total 76 mil judíos fueron deportados de Francia por solicitud de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, y solo unos dos mil sobrevivieron.
Entre ellos Mireille y su madre.
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Ahora, 76 años después, Mireille Knox fue encontrada muerta al final de la tarde en su apartamento en París. Tenía nueve puñaladas y su cuerpo estaba parcialmente quemado. Los hombres que la mataron aparentemente habían querido borrar todas las huellas y evidencias. Uno de ellos gritó "Alá es grande" mientras la mataba.
Mireille Knoll, tenía Parkinson y vivía sola en un modesto apartamento del distrito XI. Un vecino del edificio, un hombre de 29 años y musulmán, que había sido condenado por violación y robo, había salido hacía poco de la cárcel, después de cumplir una condena por asaltar sexualmente a una niña de 12 años.
https://twitter.com/EmmanuelMacron/status/978946418734977024
El hombre solía visitar a la señora. Fue con un amigo, un delincuente de 21 años implicado en diferentes robos, también musulmán, que asaltaron el apartamento de la señora.
"Pensaron que por ser judía tendría dinero", dijo el ministro del Interior, Gérard Collomb.
Los hombres sospechosos son imputados por antisemitismo y por "homicidio voluntario motivado por “la pertenencia real o supuesta de la víctima a una religión, así como por robo agravado".
El ministro de Interior, Gérard Collomb, comentó “la extrema rapidez con la que los sospechosos fueron identificados y detenidos", y dijo que “se movilizarán todos los medios necesarios para aclarar las motivaciones de este acto de barbarie que recuerda las horas más oscuras de nuestra historia. Atacar a un judío -añadió Collomb- es atacar a Francia y a los valores que constituyen el fundamento mismo de la nación”.
El presidente Emmanuel Macron declaró su “conmoción ante el crimen horrible cometido contra la señora Knoll” y reafirmó su “determinación absoluta para luchar contra el antisemitismo”.
Manifestaciones en París por el asesinato de Mirielle Knoll
El jueves miles de personas salieron a las calles de París a manifestarse y dejar clara su posición en contra del antisemitismo. Personajes de la política asistieron a la manifestación provocando controversia y tensión entre los manifestantes. Marine Le Pen fue abucheada y aunque le pidieron que se fuera no lo hizo. Se quedó en la marcha protegida por la policía.
Justamente hace un año, en el mismo lugar, una mujer judía de 65 años, Sarah Halimi, también fue asesinada; fue apaleada y defenestrada por un vecino musulmán que gritó: "He matado al diablo".
El Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) convocó a una marcha desde la plaza de la Nación hasta el domicilio de la Mireille Knoll y anunció que no podían asistir ni el Frente Nacional (en reorganización a Reagrupamiento Nacional), de ultraderecha, ni a Francia Insumisa, de extrema izquierda. Ambos -según el CRIK, tienen miembros que son antisemitas.
https://twitter.com/MLP_officiel/status/978873184861736960
El hijo de Mireille Knoll declaró, sin embargo, "que nadie había de ser rechazado". Haciendo caso omiso al CRIF, Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, y Jean-Luc Mélechon, de Francia Insumisa, fueron a la marcha en medio de abucheados. El grupo de Francia Insumisa, empujados, se retiraron. Marine Le Pen insistió en permanecer.
El presidente Macron dijo que asistía al entierro de la señora a "título personal"; el primer ministro, Èdouard Philippe invitó a los familiares al palacio de Matignon; la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, el secretario general de Los Republicanos, Laurent Wauquiez, y varios ministros iban de primeros. Todos los políticos de los bandos dijeron presente.
La manifestación, que fue convocada y llevada a cabo sin consignas, se realizó en un ambiente tenso por la presencia de Le Pen y por la incomodidad de la comunidad judía en Francia, que es la más grande de Europa, pero no pasó a mayores ni hubo incidentes que lamentar. Solo el cruel asesinato de una señora enferma de 85 años, que había sobrevivido a una de las tragedias más grandes de la humanidad.
