Como todos los fines de semana desde hace diez años, Miguel Antonio Gómez, salió a trabajar en su taxi. A altas horas de la noche del sábado 6 de abril, dos hombres lo pararon y le pidieron que los llevara hasta el centro de Bogotá, así que el hombre de 47 años accedió, sin saber que ese sería su último viaje.
Las primeras versiones indican que los dos pasajeros iban en un alto estado de embriaguez al momento de abordar el vehículo. Al parecer, cuando llegaron a la localidad de Los Mártires, exactamente sobre la Avenida Caracas con calle 4 sur, uno de ellos sintió malestar y vomitó en el taxi, ocasionando la ira del conductor.
Miguel Antonio salió del taxi y le reclamó a los dos hombres por la suciedad del carro y por otros comportamientos inadecuados, y fue allí donde inició la fuerte discusión que tuvo como consecuencia un fatal hecho de intolerancia.
Los dos hombres se enfurecieron por el reclamo del taxista y comenzaron a agredirlo en plena calle. Entre golpe y golpe, uno de ellos decidió sacar un arma blanca y propinarle una puñalada mortal en el pecho a Miguel Antonio, que le llegó directamente al corazón.Según el coronel de la Policía Metropolitana de Bogotá, Simón Cornejo, los dos sujetos fueron capturados por agentes y de inmediato fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación, quienes adelantaron las labores de judicialización. "Se están terminando de establecer los hechos reales por los cuales inició la riña entre los pasajeros y el conductor", dijo al momento de la detención de los dos hombres. [single-related post_id="1071255"] El domingo 7 de abril, los dos hombres señalados del brutal crimen contra Miguel Antonio Gómez fueron imputados por el delito de homicidio y por decisión del juez, fueron enviados tras las rejas de la cárcel La Modelo de Bogotá, mientras sigue el proceso en su contra. Por su parte, el taxista fue enviado a la Clínica Santa Clara, pero por la gravedad de las heridas, falleció. Su familia le pide a la justicia que a los dos sujetos se les imponga una medida ejemplar por el asesinato de Miguel Antonio, quien era padre de cinco hijos.