“No hay crimen perfecto.” Esta es una de las frases que las autoridades recuerdan cada vez que inician una investigación. Las pesquisas para capturar a Nathaly Rodríguez iniciaron gracias a un error que ella cometió en la escena del delito: dejó abandonado un teléfono celular en la habitación donde fue hallado el cadáver de una de sus víctimas.
El crimen ocurrió el pasado 26 de enero. La víctima en esa oportunidad fue el trabajador de la Empresa de Teléfonos de Bogotá Gilberto Cetina. La mujer, quien al parecer actuó en complicidad con otra persona, asesinó al hombre, según las investigaciones, en medio de prácticas sexuales.
Cetina fue hallado muerto en la habitación donde vivía en el barrio La Herradura de la localidad de San Cristóbal, en el sur de Bogotá. Tenía 33 años, era amante de las apuestas a los gallos, y lo hallaron sin vida sobre su cama, desnudo, amarrado de pies y manos con una sábana. El hallazgo del cuerpo lo hizo la propietaria de la residencia donde Cetina tenía arrendada una habitación.
Después de seis meses de ardua investigación a cargo de la Fiscalía y la Sijin de la Policía Metropolitana, la semana pasada se logró capturar a la homicida. La mujer fue hallada mientras se escondía de las autoridades en el sur de Bogotá.
Nathaly buscaba a sus víctimas a partir de un perfil específico: hombres adultos, solteros, coquetos, bebedores de licor y adinerados. Rondaba cantinas y bares del sur de la ciudad. Para atraparlos los seducía.
Conoció a Cetina, a quien en el mundo de los gallos se le conocía como 'El Patrón', en una cancha de tejo. El hombre, según las investigaciones, estuvo allí jugando con conocidos hasta altas horas de la noche. A ese lugar llegó la mujer. Gilberto, cuenta el periódico Q'hubo, atraído por los atributos de la mujer y su cadencioso caminar, aceptó tomar un par de tragos con ella.
Nathaly Rodríguez, presentada por las autoridades.
Al parecer Gilberto contó más de la cuenta a la mujer. Al calor de unos aguardientes ella obtuvo la información necesaria para pasar a una segunda fase de su plan. Según medios que registraron la noticia, entre risas y coqueteos Gilberto se levantó de la mesa, pagó la cuenta, pidió media de aguardiente y junto a la mujer, quien parecía su nueva conquista, se marchó del establecimiento, ubicado a en la misma zona donde vivía.
Versiones de vecinos indicaron que esa noche, en la habitación de Gilberto, se escuchó demasiado ruido. Música de cantina acompañó la fiesta privada. Al parecer, el hombre y su acompañante empezaron con sensuales e íntimos acercamientos. Al menos así lo mostró la escena del crimen, estudiada por el CTI de la Fiscalía. Una fuente indicó que el hombre fue encontrado completamente desnudo y amarrado de sus extremidades, lo que obligó a las autoridades a deducir que antes del fallecimiento ocurrió algún tipo de juego sexual.
El dictamen médico forense emitido por Medicina Legal indicó que Cetina murió por asfixia mecánica. Los investigadores del caso, adscritos al Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, lograron concluir que la presunta asesina, quien al parecer no actuó sola, le quitó la vida al empleado público ahogándolo con el relleno de una almohada.
Nathaly, en la audiencia que se hizo en su contra, confesó ante un juez el delito de homicidio. Según una fuente policial, la mujer indicó que no se trató de un crimen sistemático ni planeado, versión que las autoridades judiciales no creyeron, ya que esa noche no ocurrió solo un delito.
Según las investigaciones, respaldadas por testigos y familiares de la víctima, el móvil del crimen fue económico. La mujer y sus presuntos cómplices ejecutaron un plan en contra de Cetina con la única intención de ingresar a su residencia para robarle.
Al parecer, la víctima le contó a la mujer que tenía una gran cantidad de dinero guardada en su cuarto. El efectivo, el cual ascendía a más de 10 millones de pesos, desapareció junto con el televisor, el equipo de sonido y otros elementos de valor.
Un juez envío a Nathaly tras las rejas del Buen Pastor, donde purgará una larga condena.
Nathaly Rodríguez, presentada por las autoridades.
Al parecer Gilberto contó más de la cuenta a la mujer. Al calor de unos aguardientes ella obtuvo la información necesaria para pasar a una segunda fase de su plan. Según medios que registraron la noticia, entre risas y coqueteos Gilberto se levantó de la mesa, pagó la cuenta, pidió media de aguardiente y junto a la mujer, quien parecía su nueva conquista, se marchó del establecimiento, ubicado a en la misma zona donde vivía.
Versiones de vecinos indicaron que esa noche, en la habitación de Gilberto, se escuchó demasiado ruido. Música de cantina acompañó la fiesta privada. Al parecer, el hombre y su acompañante empezaron con sensuales e íntimos acercamientos. Al menos así lo mostró la escena del crimen, estudiada por el CTI de la Fiscalía. Una fuente indicó que el hombre fue encontrado completamente desnudo y amarrado de sus extremidades, lo que obligó a las autoridades a deducir que antes del fallecimiento ocurrió algún tipo de juego sexual.
El dictamen médico forense emitido por Medicina Legal indicó que Cetina murió por asfixia mecánica. Los investigadores del caso, adscritos al Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, lograron concluir que la presunta asesina, quien al parecer no actuó sola, le quitó la vida al empleado público ahogándolo con el relleno de una almohada.
Nathaly, en la audiencia que se hizo en su contra, confesó ante un juez el delito de homicidio. Según una fuente policial, la mujer indicó que no se trató de un crimen sistemático ni planeado, versión que las autoridades judiciales no creyeron, ya que esa noche no ocurrió solo un delito.
Según las investigaciones, respaldadas por testigos y familiares de la víctima, el móvil del crimen fue económico. La mujer y sus presuntos cómplices ejecutaron un plan en contra de Cetina con la única intención de ingresar a su residencia para robarle.
Al parecer, la víctima le contó a la mujer que tenía una gran cantidad de dinero guardada en su cuarto. El efectivo, el cual ascendía a más de 10 millones de pesos, desapareció junto con el televisor, el equipo de sonido y otros elementos de valor.
Un juez envío a Nathaly tras las rejas del Buen Pastor, donde purgará una larga condena.
