Con la ropa ensangrentada, Antonio Ávila recorría las calles del barrio San Miguel, de la ciudad de Puerto Madryn, Argentina. El hombre gritaba desesperadamente del dolor por una herida que tenía en el pecho. En sus manos sostenía un cuchillo, que había sido usado como arma asesina. Los vecinos de la zona alertaron a las autoridades la presencia del hombre y al llegar, descubrieron una aterradora historia criminal.
El hombre de 40 años no paraba de llorar. Al momento de ser entrevistado por la Policía confesó el atroz crimen que había acabado de cometer: a sangre fría había asesinado a su hija de tan solo seis años y la cortada que tenía en su pecho era porque posteriormente había tratado de suicidarse.
De inmediato, las autoridades se dirigieron a la casa donde presuntamente se habría cometido el vil asesinato. Al parecer, en las horas de la noche de ese sábado, Ávila se había enterado de que su exesposa había decidido tomar un nuevo rumbo: empezar otra relación sentimental.
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La decisión de la mujer desató la ira de Ávila, quien decidió vengarse con su propia hija. Con sevicia comenzó a golpear a menor en todo su cuerpo, sobretodo en la cabeza, lo que le provocó serias lesiones en el cráneo.
No contento con los brutales golpes, tomó un cuchillo y con crueldad comenzó a agredir a la menor. Una herida en el cuello le ocasionó la muerte inmediata.Al darse cuenta que su ira tuvo como consecuencia un fatal desenlace, el hombre, desesperado, se hirió en el pecho y luego salió de la casa. Al caminar por las calles gritaba que había matado a su hija, hasta que fue interceptado por las autoridades. El hombre fue capturado y ahora se encuentra en prisión mientras se sigue con las investigaciones del asesinato de la menor de edad.