La actriz colombiana Angelly Moncayo ha decidido transformar el dolor en una oportunidad de sanación colectiva. Reconocida por su trayectoria en la televisión y el teatro, hoy se prepara para participar en el She’s Global Forum 2025, en el panel “Relatos de Esperanza”, donde llevará un mensaje de vida, resiliencia y reflexión sobre los estándares de belleza y el autocuidado.
Su historia, plasmada en el libro ‘Diario de una niña que quería las tetas grandes’, es un viaje íntimo y valiente hacia la comprensión de su cuerpo, su salud y su propósito. En conversación con Kienyke.com, Moncayo confesó que nunca imaginó escribir sobre un tema tan personal, pero que sintió la necesidad de hacerlo tras enfrentar el síndrome de Asia, una enfermedad autoinmune derivada de los implantes mamarios.
“Cuando atravesé por lo que me estaba pasando a nivel de salud, sentí una gran responsabilidad de hacerlo público para ayudar a muchas mujeres que, como yo, buscaban respuestas”, explica.
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Su relato no es una autobiografía, aclara, sino una historia inspirada en vivencias propias que presta a su personaje principal, María. “Quise que la gente entendiera que podemos hacerlo mejor como sociedad, que debemos dejar de sentir que estamos dañadas y que necesitamos repararnos para encajar”, agrega.
Esa reflexión la ha llevado a replantear la forma en que miramos el cuerpo y la belleza, especialmente desde edades tempranas. Para ella, la clave está en mirarse con compasión, entender las decisiones del pasado sin culpa y transformar las experiencias dolorosas en oportunidades de crecimiento. “Gracias a todo lo que me pasó, soy quien soy hoy. Nació Asia Recovery, y gracias a eso hoy puedo ayudar a otras mujeres”, dice con serenidad.
Moncayo reconoce que no ha sido un camino fácil. Exponerse públicamente, hablar de sus errores y vulnerabilidades, la convirtió también en blanco de críticas. Sin embargo, la actriz asegura que aprendió a ver más allá del juicio: “Las personas no te critican por ti, hablan en voz alta de sus propios miedos. Por eso, en lugar de responder con rabia, prefiero hacerlo con empatía”.
Su propósito va más allá del testimonio personal. Hoy impulsa un proyecto de ley que busca regular el uso de dispositivos médicos como los implantes mamarios, con el fin de proteger la salud de las mujeres. “Colombia es reconocida mundialmente por la cirugía plástica, pero también podríamos ser un ejemplo de transformación. Si logramos cambiar esta historia, podremos replicarlo en otros países”, enfatiza.
La actriz también hace un llamado a padres, educadores y gobiernos para proteger a los jóvenes de la presión estética y de los contenidos que circulan en redes sociales. “Si una niña piensa en operarse a los 15 años, hay algo que debemos revisar. Detrás de esa decisión hay vacíos que debemos sanar desde casa y desde la educación”, advierte.
Su mensaje en el foro será claro: los cambios reales no nacen desde la comodidad. “Opinar sin actuar no sirve de nada. Es momento de tomar acción, de usar las plataformas que tenemos para visibilizar lo que pasa y construir un legado que salve vidas”, asegura.
Con una mirada luminosa, Moncayo invita a reflexionar sobre la salud, la autoestima y la sororidad. “Tenemos que dejar de competir entre nosotras y empezar a darnos la mano. Solo así podremos cambiar la historia”.
Hoy, su historia deja de ser solo la de una actriz o una paciente recuperada: es la de una mujer que aprendió a sanar desde la vulnerabilidad y a convertir el dolor en un acto de esperanza.
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