Como la mayoría de niños, Orlando Duque comenzó su vida deportiva con el fútbol. En su natal Cali, se dedicaba a practicar este deporte en unas canchas que quedan justo detrás de las Piscinas Panamericanas. Un día, al salir de un entrenamiento, se acercó a las piletas para observar a los clavadistas. Una entrenadora le preguntó si estaba interesado en aprender esta disciplina. Fue su primer contacto con una plataforma.
En la historia quedará que en la primera aparición de los Clavados de Altura en un mundial de natación, el campeón fue un colombiano. El mismo que le dio la primera presea dorada a Colombia en este tipo de campeonatos. Orlando Duque.
Rápidamente se sintió cómodo en las alturas de los distintos trampolines de los que saltaba, y hasta estuvo a punto de representar a Colombia en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Sin embargo, buscó más riesgo y por ello abandonó las piscinas. Hawai fue su nuevo destino, encontró un acantilado sagrado, utilizado por el Rey Kahekili en el siglo XVIII para probar la lealtad de sus guerreros. “Esto de los clavados extremos incluye todo lo que me gusta de los convencionales, con la emoción extra de saltar en diferentes sitios. He corrido con suerte de haber tenido muy buenos resultados que me han llevado a medio mundo”. Dijo Duque en una entrevista que entregó a su patrocinador, Red Bull.
Su primera experiencia como clavadista extremo fue en Austria. Allí realizaba exhibiciones en el Safari Park Gaserndorf, donde se vestía de payaso y desde una grúa de 25 metros caía a una piscina llena de fuego. Luego de esto el colombiano se dedicó de manera profesional al Cliff Diving compitiendo en el Circuito Mundial de Clavados Extremos. Nueve títulos mundiales, un título de la Serie Mundial, Dos Guiness Récords y ahora una medalla de oro en el Campeonato Mundial de Natación, son los palmares que ostenta el caleño.
Contrario a lo que muchos pensarían, este hincha del Deportivo Cali aún siente el nerviosismo de un novato antes de un salto, “quince minutos antes de una competencia el corazón me late más rápido de lo normal, un minuto antes me concentro totalmente en los pasos que debo seguir, en el orden adecuado para evitar algún accidente. Cuando me encuentro en la plataforma me olvido de lo que está alrededor, solo me concentro en el impulso para dar el salto, y en el aire. Son más o menos dos o tres segundos que se sienten como una eternidad, a medida que se avanza, la velocidad se percibe, el viento en la cara, lo único que se escucha es un zumbido en los oídos,” afirmó en la misma entrevista.
[youtube width="540" height="360"]http://youtu.be/efD8odUoKrk[/youtube]
Con más de 20 años de competencia Duque sabe que los éxitos que ha conseguido no son obra del destino. Por ello su rutina de entrenamiento es lo más importante para él. Durante tres horas diarias se dedica a saltar sobre una cama elástica y a realizar saltos de prueba en una piscina. “Hay que lidiar con la parte mental y soportar este proceso cada vez que te quieres subir nuevamente a la plataforma. Si tuviera que clavar el día de hoy, debo estar en forma. Yo lo sé, y tengo que estar en excelentes condiciones de inmersión, mental y físicamente, si no, no lo haría.”
Su primera experiencia como clavadista extremo fue en Austria. Allí realizaba exhibiciones en el Safari Park Gaserndorf, donde se vestía de payaso y desde una grúa de 25 metros caía a una piscina llena de fuego. Luego de esto el colombiano se dedicó de manera profesional al Cliff Diving compitiendo en el Circuito Mundial de Clavados Extremos. Nueve títulos mundiales, un título de la Serie Mundial, Dos Guiness Récords y ahora una medalla de oro en el Campeonato Mundial de Natación, son los palmares que ostenta el caleño.
Contrario a lo que muchos pensarían, este hincha del Deportivo Cali aún siente el nerviosismo de un novato antes de un salto, “quince minutos antes de una competencia el corazón me late más rápido de lo normal, un minuto antes me concentro totalmente en los pasos que debo seguir, en el orden adecuado para evitar algún accidente. Cuando me encuentro en la plataforma me olvido de lo que está alrededor, solo me concentro en el impulso para dar el salto, y en el aire. Son más o menos dos o tres segundos que se sienten como una eternidad, a medida que se avanza, la velocidad se percibe, el viento en la cara, lo único que se escucha es un zumbido en los oídos,” afirmó en la misma entrevista.
[youtube width="540" height="360"]http://youtu.be/efD8odUoKrk[/youtube]
Con más de 20 años de competencia Duque sabe que los éxitos que ha conseguido no son obra del destino. Por ello su rutina de entrenamiento es lo más importante para él. Durante tres horas diarias se dedica a saltar sobre una cama elástica y a realizar saltos de prueba en una piscina. “Hay que lidiar con la parte mental y soportar este proceso cada vez que te quieres subir nuevamente a la plataforma. Si tuviera que clavar el día de hoy, debo estar en forma. Yo lo sé, y tengo que estar en excelentes condiciones de inmersión, mental y físicamente, si no, no lo haría.”
