No era una revancha. Para que así lo fuese, debía ser en una etapa decisiva del mundial. Sin embargo, el morbo estaba latente en el ambiente del estadio Sun Life de Miami. Más de 70.000 personas alentando tanto a Colombia como a Brasil. El regreso de Falcao a la selección, la nueva era Pékerman, el debut de Dunga con la selección de Brasil otra vez, el reencuentro de Zúñiga y Neymar… muchos ingredientes en un partido con atmósfera mundialista.
Enseguida, ambos equipos demostraron que el juego no se sintió nunca como un amistoso. Los dos equipos fueron al límite y los golpes abundaron tanto en una selección como en otra. Neymar enloqueció la zaga derecha de Colombia; en algunas ganó y en otras fue golpeado. Histriónico, como acostumbra, el crack brasileño voló por los aires consiguiendo exasperar a los jugadores cafeteros.
Colombia respondía con la gambeta de Cuadrado y algunas pinceladas de James, que nunca fueron las acostumbradas en el anterior mundial. Arriba, Teo y Jackson no tocaban mucho la pelota y en el banco, el ‘Tigre’ Falcao se mordía los labios por entrar. Con pocas opciones de gol y muchas faltas, el primer tiempo dijo basta.
Para la segunda mitad, José Pékerman mandó a la cancha a Santiago Arias en detrimento de Aldo Leao Ramírez, en un cambio que intentó detener los embates de Neymar. Sin embargo, en una falta menor precisamente al crack brasileño que fue capitán del ‘Scratch’ esta noche, Juan Guillermo Cuadrado se marchó expulsado.
El partido se picó y Teófilo Gutiérrez quiso tomar justicia por cuenta propia, pegándole otra vez a Neymar pero esta vez de manera alevosa, en una infracción que debió ser tarjera roja pero que el juez obvió. Colombia asumió precauciones y entre lo áspero y la carencia de ideas de Brasil, el juego entró en una meseta.
Hasta que se levantó Falcao del banco de suplentes. Faltando 15 minutos para el final, el ‘Tigre’ ingresó al campo de juego en reemplazo de James Rodríguez. El público hizo una histeria y Colombia, con un jugador menos, empezó a atacar a la par de Brasil. En la ‘Verdeamarelha’, Robinho regresó a la selección luego de mucho tiempo.
El partido se encaminaba a un 0-0 cantado. Pero, una falta involuntaria de Cristian Zapata que tocó el balón con la mano, permitió que Neymar marcara un golazo y le diera la victoria a Brasil. El balón tomó una comba perfecta y se metió en el palo izquierdo de David Ospina.
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Final de un juego intenso en el que Brasil demostró ser un equipo diferente mientras que Colombia mostró sus antiguas virtudes, pero que tomó el juego como una auténtica revancha que al final no se le dio. Las noticias buenas, regresó Falcao que tuvo una oportunidad al final desperdiciada. El ‘Tigre’ está vigente y la gente lo sigue amando como si nada hubiera pasado.
