Marieke Vervoort, la deportista belga de 37 años, tomó la difícil decisión de someterse al procedimiento de suicidio asistido a raíz de una enfermedad degenerativa que padece y cuyos dolores sólo le permiten dormir 10 minutos por noche.
La fecha de su deceso está pactada para el año 2017. “Río es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en la eutanasia. Pero, a pesar de mi enfermedad, he vivido lo que otros solo pueden soñar”, dijo la deportista al diario Le Parisien.
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En 2015, fue campeona del mundo en Doha, rompiendo récords en los 400, 800, 1.500 y 5.000 metros. Ahora, su próximo reto se concentra en los Juegos Paralímpicos, que se celebrarán entre el 7 y el 18 de septiembre, en donde 4.500 atletas competirán en la llamada 'Cidade Maravilhosa'.
Pese a la difícil enfermedad que padece, en Londres 2012, Vervoort alcanzó una presea dorada en los 100 metros lisos y obtuvo una medalla de plata en los 200 y los 400 metros. Río 2016 será su última competencia, lo que representa para ella culminar una historia que todos recuerden. Desea repetir el oro en los 100 metros lisos y alcanzar un metal preciado en los 400.
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La historia y los sueños de Marieke Vervoort dieron un giro inesperado en el año 2008, cuando tuvo que abandonar el triatlón adaptado, cuya pasión la llevó a ser doblemente campeona del mundo, por la enfermedad degenerativa que la postró en una silla de ruedas. La deportista no se dio por vencida. Decidió conservar su disciplina, practicar carrovelismo y competir en los Juegos Paralímpicos.
