¿Cómo fue que un jugador aficionado de Suiza llegó a ser el mandamás del fútbol mundial? Joseph Blatter fue un jugador de una liga aficionada durante más de veinte años en su natal Suiza, pero de un momento a otro se sentó en el trono. Un deporte prejuicioso como ha sido el fútbol a lo largo de la historia le entregó las llaves a un administrador de Visp, una pequeña población de Suiza, al que siempre le gustó el deporte pero más los negocios.
Durante más de 25 años aprendió a la sombra de Joao Havelange. La habilidad en las relaciones públicas permitió que primero fuese elegido para los programas de desarrollo, luego Secretario General y finalmente derrotara a Lennart Johansson para alzarse con el cetro de presidente de la FIFA a partir de 1998.
Blatter asumió como presidente de FIFA el 8 de junio de 1998.
Desde el momento que llegó a ser quien hasta la fecha es, Sepp Blatter estuvo inmiscuido en varias sospechas de corrupción denunciadas incluso por los que alguna vez formaron parte del círculo más íntimo del suizo a los que no dudó en traicionar en el momento que le fue necesario.
“Por el bien del juego”
La bandera de Sepp fue la de la integración del fútbol mundial. Para él, el fútbol debía ser más que un simple deporte y convertirse en un ejemplo de integración de todas las culturas. La Copa del Mundo, el principal activo de FIFA, dejó de ser un bien exclusivo de sudamericanos y europeos para viajar a otras tierras. Blatter explotó la idea que Havelange había implantado en el ocaso de su mandato.
Sin embargo, la disposición de las sedes se transformó en un negocio de pocos atendiendo más a intereses políticos. El Presidente instaló el sistema de rotaciones de sedes empezando en Asia con el mundial de Corea y Japón en 2002, el primer gran evento bajo el gobierno Blatter.
Un evento desafortunado destapó la olla que ahora custodiaba el suizo. La quiebra de International Sport and Leisure (ISL), máximo socio de comercialización de la FIFA a inicios de milenio, puso en riesgo la organización del Mundial lo que atrajo preguntas sobre como un ente tan poderoso como FIFA le otorgó a esta empresa tanto poder.
El periplo de Blatter por la FIFA está plagado de escándalos.
Los hilos apuntaron a Blatter por compartir nacionalidad con la extinta empresa. Empezó a ser acusado por tráfico de influencias pero nadie podía comprobarlo, a excepción de un hombre. Michel Zen-Ruffinen fue el designado para ser la mano derecha de Blatter, pero tras el escándalo de ISL, comenzó a divulgar información que dejó mal parado al suizo.
Sepp no esperó para tomar cartas en el asunto y empezó una campaña de difamación masiva sobre Zen-Ruffinen entre la que lo catalogaba como un hombre “sin conocimiento ni habilidad”. El Secretario General indicó que tenía conocimiento de documentos que embarraban a Blatter a lo que el jefe lanzó la última advertencia: “deja de jugar al detective”. Días después Zen-Ruffinen fue destituido de su cargo.
La actitud desafiante del suizo le derivó enemigos que quisieron derrocarlo pero la llegada del torneo en tierras orientales aplacó el escándalo. Diez años después, en 2012, la justicia reveló que el presidente Havelange y el directivo Ricardo Teixeira recibieron 27 millones de libras para favorecer a ISL el convenio con la FIFA, sin embargo, Blatter salió ileso.
Los fantasmas regresaron en la designación del mundial 2014 donde Sepp ‘vetó’ la candidatura de Venezuela para favorecer a Brasil que no tuvo contrincantes. El argumento del mandamás fue que la documentación venezolana no llegó a tiempo, algo que luego se comprobó no era cierto. Luego, llegaron las denuncias sobre las ventas del mundial 2022 a Qatar.
Blatter ‘inmortal’
Al igual que Zen-Ruffinen, Michel Platini un día le soltó la mano al que un día consideró cercano. “Blatter ataca al fútbol europeo; nosotros hacemos un buen gobierno, visionario”, dijo en relación a las críticas que el suizo realizó sobre la Eurocopa que se realizará en 2020 a lo largo de todo el viejo continente. La opinión pública tomó las críticas como un desafío del francés sobre el actual presidente para tomar posesión del cargo dentro de poco.
Sepp Blatter ha resistido a cuatro elecciones y cada vez toma más fuerza en FIFA.
Sin embargo, Blatter de sangre fría (Además del fútbol es aficionado al hockey y trabajó como dirigente de la federación suiza), ha soportado cuatro elecciones ganando la ultima con el 86% de aceptación. Alrededor de él está el vicepresidente Julio Grondona, pope del fútbol argentino, mientras que su mano derecha es Jerome Valcke, el Secretario General de FIFA quien se perfila para ser su sucesor.
El cómico y carismático Sepp
“Messi es un buen chico, el que toda madre y padre querría tener; Cristiano es un comandante en el campo de juego”, dijo Blatter comparando a los dos mejores jugadores del mundo en una sesión privada en la Universidad de Oxford. Lo que exacerbó los ánimos fue la ‘imitación’ que hizo del portugués dejándolo como un mariscal de guerra. Pese a las disculpas por parte del presidente, Ronaldo no las ha aceptado.
Para muchos Sepp podría estar bajo los efectos del alcohol, sin embargo, el suizo es abstemio. El escándalo se suma a declaraciones del presidente avalando las simulaciones en los partidos. Así, como a los jugadores que se lanzan en el área y el árbitro le cobra los penales, la gestión Blatter ha estado marcada por los escándalos y la simulación pero el comandante suizo a los 79 años sigue firme y no quiere ser jubilado.
Sepp Blatter, el comandante
Mar, 03/12/2013 - 10:54
¿Cómo fue que un jugador aficionado de Suiza llegó a ser el mandamás del fútbol mundial? Joseph Blatter fue un jugador de una liga aficionada durante más de veinte años en su natal Suiza, pero