Un grupo de mujeres se pusieron a la tarea de buscar una oportunidad para desafiar las Mavericks, en California, Estados Unidos. Ellas no tenían permitido surfear en está área por el peligro que esto implica.
Sin embargo, ellas se impusieron el reto de conseguir estar paradas frente a las olas, consideradas las más peligrosas del mundo. Los mejores surfistas del mundo se reúnen anualmente. Desde 1999 era exclusiva para los hombres. Ahí desafían las difíciles olas que van de 2 a 15 metros de altura, provocadas por un arrecife submarino de gran tamaño.
Sarah Gerhardt fue una de las primeras mujeres que se atrevió a domar Mavericks y con el tiempo vinieron otras que rompieron los esquemas del surf. Ninguna de ellas es delgada, es más tienen grandes cuerpos y son musculosas, tampoco se consideran bonitas.
Savannah Shaughnessy, Paige Alms, Keala Kennelly, Jamilah Star, Andrea Moller, Emily Erickson, Polly Poline y Bianca Valenti son las protagonistas del documental producido por Dayla Soul, llamado It Ain´t Pretty (No es bonito), en el que se muestra cómo estas ocho mujeres cumplen la osadía de surfear sobre las Mavericks más peligrosas del mundo.
Tuvieron un largo proceso para que en 2016 fuera posible la aprobación de una propuesta que pedía la igualdad de las mujeres en el surf. Con lo que lograron que fuera incluida una categoría para que participaran seis de ellas en los torneos locales.
Jeff Clark es conocido como el primer surfista que decidió enfrentarse a estas olas y le tomó casi 15 años conseguir que otros deportistas se sumaran al desafío de las impresionantes aguas del norte de California.
Las aguas ya eran conocidas por su impresionante altura y lo difícil que era controlarlas. No obstante, fue hasta 1994 que quedó en evidencia lo peligrosas que eran con la muerte de Mark Foo, campeón de surf de Hawái, que se ahogó tras quedar atrapado en las rocas del fondo.
Un grupo de mujeres desafió las olas más peligrosas del mundo
Mié, 10/05/2017 - 04:10
Un grupo de mujeres se pusieron a la tarea de buscar una oportunidad para desafiar las Mavericks, en California, Estados Unidos. Ellas no tenían permi