Para muchas personas los caballos resultan ser un animal exótico para tenerlo como mascotas o usarlos para que realicen labores en el campo, e incluso deportivas. Sin embargo, este animal necesita de múltiples cuidados, sobretodo en sus cascos, ya que estos son los que brindan el soporte a todo su cuerpo.
Hay que tener en cuenta que el casco se compone de tres partes las cuales son:
- Pared: este nombre se le atribuye a la zona que se sitúa en la parte exterior, la pared crece desde la corona hacia abajo.
- Suela: Es aquella parte cóncava que cumple con la función de proteger el casco de las lesiones. La suela es una zona bastante sensible debido a la fina capa por la que está compuesta.
- Ranilla: Esta zona amortigua y evita que el casco se deslice, además permite la contracción y extensión del mismo cuando el caballo va a caminar.
Es importante saber cómo se cuidan las extremidades de este animal, para evitar infecciones y lesiones que puedan afectar la salud del mismo. Para ello, se recomienda atender las siguientes sugerencias, para que su caballo tenga una vida saludable.
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El veterinario Diego Cardenas, le dijo a Kineyke.com que “Para cuidar de manera adecuada al equino, hay que darle una dieta balanceada, debido a que esto permitirá que los cascos tengan un crecimiento sano y fuerte.
Adicionalmente, es vital que el dueño se asesore por un buen herrador, para que éste realice los cortes y los cambios apropiados del casco, en el momento que el animal lo requiera. La modificación se realiza entre un lapso que oscila entre los 45 y 60 días”.
Con el fin de contribuir con la buena higiene de las extremidades del animal, Cardenas señala que es necesario limpiarlas a diario, porque allí se acumulan residuos orgánicos, los cuales contribuyen a que se descomponga el tejido sano de los cascos. Asimismo es recomendable que la pesebrera se encuentre limpia de orina y heces.
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Para las personas que no saben o les da miedo limpiar los cascos, el experto recomienda que “como cualquier proceso nuevo de aprendizaje, se debe tener mucha paciencia. Para esto, es necesario iniciar con el amansamiento, en el que se debe tocar cada pata de arriba hacia abajo, hasta llegar a los cascos.
“Cuando este contacto ya sea normal para el animal, después se le enseña a que levante los cascos y que los suelte; el proceso de aprendizaje se puede realizar con incentivos como la zanahoria, manzana u otro alimento que le guste y de ese modo premiarlo por su buen comportamiento”.
Si usted no realiza una adecuada y meticulosa limpieza de estos miembros inferiores (cascos), el animal podría presentar graves e infecciosas cutáneas o internas que le causan debilitamiento y por ende no logra ejecutar sus actividades con facilidad.
Finalmente es recomendable que en caso de cualquier afección que presente su equino acuda al veterinario y que éste le indique el procedimiento adecuado, correspondiente a las necesidades que éste tenga.
