Muchas personas creen que al multiplicar lo años de su perro por siete obtienen como resultado un aproximado de cuan avanzada está su edad comparándola con los años de un humano, algunos expertos aseguran que después de los siete años un perro entra en edad adulta; sin embargo, el envejecimiento de un perro está determinado por su tamaño, raza, alimentación y estilo de vida, más que por la edad en la que se encuentra.
Existen algunos signos que pueden indicarle a la persona si su mascota está envejeciendo, como lo es el incremento de peso sin razón justificable, los dolores en las articulaciones y la debilidad muscular, estos últimos evidenciados en la dificultad que presenta la mascota en movimientos cotidianos como caminar, acostarse y subir escaleras.
Es tal vez la actividad cognitiva una de las que más muestra señales del envejecimiento del perro, pues cuando una mascota llega a la edad adulta presenta problemas de concentración, aprendizaje y socialización. Si la mascota ya no reconoce con facilidad a las personas que frecuenta, hace sus deposiciones en lugares inadecuados, choca contra objetos, presenta intolerancia a las caricias y al contacto con otros y síntomas de ansiedad como jadeo intenso, temblores o gemidos, se debe visitar al médico veterinario para que este determine los cuidados necesarios para la etapa que atraviesa.
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Si bien la actividad cerebral es una de las que más evidencia el envejecimiento de la mascota, es también uno de los factores más importantes a tener en cuenta, ya que influye radicalmente en el ánimo de la mascota.
Es importante saber que la vejez no es una enfermedad, es un momento en la vida de la mascota que necesita atenciones especiales, tanto en sus rutinas como en su nutrición, para así garantizarle su calidad de vida.
Para tener en cuenta
Generalmente se considera que un perro entra en edad adulta a los siete años, pero esto varía dependiendo de su raza, tamaño y estilo de vida, “un perro de tamaño pequeño, por ejemplo, inicia su etapa de vejez hasta los 10 años; así mismo los perros de raza pura envejecen antes que los mestizos, esto por la combinación genética resultado de los cruces”, afirmó Luz Stella Gallego, líder veterinaria de Nestlé Purina.
Gallego también asegura que el primer año de un cachorro corresponden a los primeros 15 años de vida de una persona, pues en este tiempo la mascota desarrolla los mismos aspectos que el ser humano durante su infancia y adolescencia; por lo anterior, un perro de dos años estaría atravesando la etapa de un adulto joven (24 años). Para los siguientes años ya influyen los factores anteriormente descritos.
