Un nuevo estudio realizado por Mikael Skou Andersen, integrante de un importante grupo científico de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), afirma que los altos niveles de contaminación encontrados en el aire de algunos países como China y México, afecta notablemente la calidad de vida de las personas, a tal punto, que sus esperanzas de vida se reducen hasta diez años.
El preocupante informe revelado por el investigador danes, señala que las personas que a lo largo de su existencia se han visto expuestas a altos niveles de polución, su esperanza de vida se reduce entre ocho y diez años. Este dato generó un gran impacto en la comunidad científica, puesto que estudios pasados afirmaban que la contaminación del aire solo reducía dos años la calidad de vida.
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"Este es un llamado de atención a los principales países productores y consumidores de combustibles fósiles, ya que estos son la causa principal de los altos niveles de contaminación que se encuentran en el aire [...] cuando se queman estos combustibles, se liberan pequeñas partículas que son perjudiciales para el medio ambiente y la salud de las personas", afirmó el investigador danes Mikael Andersen.
Es importante tener en cuenta que desde hace varios años, diferentes movimientos ambientalistas en alianza con algunos países, han promovido el uso de energías y combustibles renovables, esto con el fin de reducir el impacto ambiental, mejorar la calidad de vida de las especies y evitar que se siga haciendo uso de la deforestación a gran escala.
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Algunos estudios revelados anteriormente por la Unión Europea, señalaban que una persona que hubiese convivido grandes periodos de tiempo con altos niveles de contaminación atmosférica, sus expectativas de vida llegaban a los 78-79 años, mientras que el nuevo informe afirma que dicha población no superaría los 70 años de edad.
El investigador danes invita a que los países sigan unificando esfuerzos en pro del cuidado, protección y bienestar de las comunidades. Acuerdos cómo el alcanzado en París en 2015 en el que representantes de más de 190 países, estamparon su firma y se comprometieron a buscar otros tipos de energías y combustibles.
