Las condiciones de su entorno y su adaptación al mismo son los principales factores que influyen en la evolución de los animales. Ante este panorama se analizó el lamentable caso de elefantes hembras que en ciertas regiones de África han logrado evolucionar para nacer sin colmillos.
Esta situación se debe básicamente como una respuesta de sobrevivencia a la caza furtiva en el mercado negro del marfil y los estragos de la guerra civil, con esta información los investigadores descubrieron el origen genético de esta condición.
Además, se conoció que tiene gran influencia el hecho de la implicación de dos génes asociados con el desarrollo de los dientes de estos mamíferos, uno de los cuales esta conectado al cromosoma X y es letal para los machos, afirmó el profesor de la Universidad de Idaho de las ciencias de la vida silvestres, Ryan Long, quien también trabajo de la mano con sus colegas de la Universidad de Princeton, ElephantVoices y el Parque Nacional Gorongosa.
Esta nueva característica de los paquidermos es una respuesta contra la caza desmedida de su especie, pues sus colmillos son muy apetecibles en el multimillonario mercado negro y hasta ahora no había evidencias genéticas directas que indicara como estaba sucediendo esto o porque este rasgo ocurría solo en los elefantes hembra, según Long.
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“Además de los cambios medioambientales a los que están sometidas las poblaciones, la matanza selectiva de fenotipos específicos puede influir en rasgos como el tamaño del cuerpo o de los ornamentos (como los cuernos o los colmillos)”, explicaron los expertos canadienses Chris Darimont y Fanie Palletier.
Por su parte, algunos expertos tuvieron que evaluar los impactos de la intensa caza furtiva de marfil durante la Guerra Civil en Mozambique en la evolución de los elefantes africanos y así pudieron descubrir la frecuencia de colmillos entre las hembras adultas.
Para esta investigación, los expertos recolectaron datos de algunas encuestas y muestras de sangre de elefantes en el Parque Nacional de Gorongosa, con el fin de confirmar su hipótesis de que el fenotipo de colmillos se transmitía en el cromosoma x.
Según los autores de esta investigación, aseguraron que la marcada ausencia de machos sin colmillos dio un origen genético ligado al sexo para continuar con este patrón. En el análisis del genoma completo reveló un par de genes candidatos, entre ellos AMLEX, un loci con funciones más recordadas en el desarrollo de los dientes de los mamíferos.
