Con el fin de evitar una mayor emergencia ambiental, debido al derrame de petróleo en el pozo Lisama, en Santander, 17 asociaciones de pescadores acordaron con la empresa Ecopetrol un plan para mitigar y restaurar los ecosistemas hídricos afectados por el incidente.
Esta decisión se adoptó debido a la intensificación de las lluvias en la zona y a los pronósticos del Instituto de Estudios Ambientales y Meteorológicos (Ideam), así como a la alerta roja declarada por posibles crecientes súbitas en ríos ubicados en Santander, que podría facilitar que el crudo contamine más fuentes hídricas.
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Según el informe de la empresa estatal, a la fecha 582 personas pertenecen a la comunidad, de las cuales 153 son pescadores, se han sido vinculados para realizar las labores de limpieza de las corrientes y riberas afectadas.
Para el vicepresidente de Desarrollo Sostenible de Ecopetrol, Eduardo Uribe, el trabajo coordinado entre la empresa y los pescadores permitirá la restauración completa de los ecosistemas afectados en un menor tiempo.
"Los pescadores nos van a ayudar solidariamente a restaurar los ecosistemas impactados. Acordamos cómo vamos a trabajar coordinadamente en el corto, mediano y largo plazo. Queremos darles a los pescadores un parte de confianza: pueden estar tranquilos, dejaremos los ecosistemas en iguales o en mejores condiciones de las que se encontraban antes de la contingencia", apuntó Uribe.
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Además, indicó que para poder lograr este objetivo, las cuadrillas de trabajo disponen de más de 40 motobombas y tanques de almacenamiento, así como de 28 camiones de vacío que se encargan de succionar los fluidos para luego disponerlos en los puntos de recolección autorizados.
Esta emergencia ambiental que se originó desde el pasado 2 de marzo y que solo pudo ser controlada hasta el pasado 1 de abril, dejó un grave daño ambiental. Según han manifestado varios expertos, se necesitarán muchos años para restaurar por completo los ecosistemas afectados.