El problema de la contaminación del ambiente por basura electrónica es un hecho que afecta al mundo entero. En 2018, se espera que a nivel global, haya alrededor de 50 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, según el informe realizado por el Instituto para el estudio avanzado de la sostenibilidad de la Universidad de las Naciones Unidas.
En Colombia la situación no es menos alarmante pues los últimos datos arrojados por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, al año en el país se producen aproximadamente 130.000 toneladas de basura electrónica. Pero ¿si existe la suficiente información para que empresas y personas sepan cómo reciclar este tipo de residuos?
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“La denominada basura electrónica es uno de los desechos más contaminantes y peligrosos para la salud de las personas y del ambiente, ya que los componentes (mercurio, plomo, cadmio, entre otros) que se alojan en el interior de computadores, impresoras, teclados y otros periféricos… son sustancias que si se manipulan sin los cuidados necesarios pueden generar daños a mediano y largo plazo”, afirma Édgar Erazo, director ejecutivo de la Corporación EcoCómputo.
Un sondeo realizado por esta misma corporación, reflejó el desconocimiento de los colombianos de cómo deshacerse de los aparatos eléctricos y electrónicos que tienen y que ya no utilizan. El 50% de los encuestados afirmó que guardan estos dispositivos en casa aunque ya no les den uso y el 37% los bota a la basura convencional sin pensar que deberían ser enviados a unos puntos de recolección especializados, donde les darán el tratamiento adecuado. Aunque este parece ser el comportamiento normal, teniendo en cuenta que más del 65% no conocen o saben muy poco de cuánto llegan a contaminar.
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La parte positiva de este estudio es que a más del 96% de las personas que participaron les gustaría recibir más información de qué hacer con estos aparatos y cómo los pueden reciclar, pues el 80% afirmó no conocer en este momento dónde podían llevarlos para cumplir este fin.
Una vez recolectados, los aparatos llegan a un centro de acopio donde se hace una primera clasificación, se verifica si estos pueden repararse, y si es así, los computadores arreglados se destinan a favorecer a la población vulnerable del país a través de diferentes ONG´s. Si por el contrario, los equipos están dañados, en la planta de procesamiento se llevará a cabo una segregación de residuos, separando las sustancias nocivas, nombradas anteriormente, del resto de componentes (plástico, hierro, aluminio, cobre o vidrio) para que las partes que sean reutilizables ingresen nuevamente al mercado y se empleen como material de exportación para generar así procesos de transformación o generación eléctrica.