En Bogotá, Medellín y Barranquilla se encuentran los tres proyectos pilotos de Colombia para combatir el calentamiento global al eliminar sustancias agotadoras de la capa de ozono y todos fueron visitados por una comitiva internacional con el fin de conocer sus avances y convertirlos en referentes en Latinoamérica.
El primero que conocieron los representantes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la ONU y el Fondo Multilateral para la implementación del Protocolo de Montreal, fue el que lleva a cabo la Unidad Técnica de Ozono del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en estrecha colaboración con la empresa Espumlatex.
Se trata de un proyecto demostrativo para evaluar sustancias sintéticas de muy bajo potencial de calentamiento global como los HFO en la fabricación de paneles discontinuos en el sector de espumas de poliuretano. El piloto busca la eliminación del HCFC -141b, que es una de las sustancias de mayor potencial de agotamiento de ozono usadas en el país.
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El segundo fue el Distrito Térmico de La Alpujarra, en Medellín, único en el continente, que es operado por EPM y suministra energía térmica de enfriamiento a cuatro edificios públicos ubicados en el Centro Administrativo de la ciudad.
Esta iniciativa ha demostrado que la tercerización del servicio de energía térmica es viable, tanto técnica como financieramente y, que el cambio en concepciones tecnológicas de sistemas de enfriamiento, permite promover alternativas de cero potencial de agotamiento de ozono y de muy bajo potencial de calentamiento global.
Esta tecnología permite reducir el 100 % de las sustancias agotadoras de la capa de ozono instaladas y ahorrar más del 30 % en emisiones de efecto invernadero, por lo tanto, los distritos térmicos aportan de manera concreta a la promoción de ciudades más sostenibles y Colombia, con este proyecto, se constituye en líder en este campo.
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Finalmente, el tercer proyecto se encuentra en la empresa Thermotar, en Barranquilla, que produce unas 20.000 unidades de aire acondicionado al año.
Allí se está analizando el uso de refrigerantes naturales en la manufactura de equipos de aire acondicionado comercial en Colombia, con el fin de contribuir a la reducción del consumo del gas HCFC-22 que cuenta con niveles medios de potencial de agotamiento de ozono y de calentamiento global.
Su objetivo es garantizar, además, el manejo seguro y la buena gestión de los riesgos asociados a la introducción de refrigerantes inflamables en el sector comercial de aire acondicionado.
