"Decreto el estado de excepción en todo el país (...) así como disuelvo el Consejo Soberano y el Gabinete de Ministros", dijo Burhan en una alocución transmitida por la televisión.
Burhan anunció también que las Fuerzas Armadas continuarán la transición democrática hacia la entrega del poder a un Gobierno civil.
Por otro lado, indicó que las elecciones generales se llevarán a cabo en julio de 2023.
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Por su parte, la ministra de Exteriores del país, Mariam Sadiq, declaró que los ciudadanos sudaneses rechazan un golpe militar y se proponen librar la lucha contra él.
"Rechazamos este golpe y lucharemos contra él por todos los medios civiles", dijo al canal televisivo al Arabiya.
Este golpe, considera la canciller, "carece de lógica y beneficio".
Al intervenir como uno de los líderes del partido Umma (Partido Nacional), al Sadiq informó sobre los contactos del partido con todas las partes para resolver la crisis.
La detención del primer ministro es un precedente peligroso e inaceptable, afirma la ministra, y agregó que no descarta su propio arresto.
El Ministerio de Información del país africano comunicó el 25 de octubre que el primer ministro de Sudán, Abdalla Hamdok, tras su negativa a apoyar el golpe, fue trasladado por militares a un lugar desconocido.
Hamdok previamente exhortó a sus conciudadanos a realizar protestas pacíficas y defender la revolución.
También fueron detenidos cuatro ministros y el representante civil del Consejo Soberano del país (Gobierno de transición), Mohamed al Feki.
Algunos barrios de Jartum quedaron sin Internet, los militares bloquearon los puentes de la ciudad.
La Asociación de Profesionales Sudaneses publicó en las redes sociales un llamado a la resistencia ante lo que calificó de "brutal golpe militar". La organización gremial instó a iniciar una huelga general y una campaña de desobediencia civil.
Anteriormente en Jartum y otras ciudades de Sudán estallaron protestas, cuyos participantes exigían efectuar el traspaso del poder de los militares a los civiles. En noviembre próximo expira el mandato del Consejo Soberano, que tiene el estatus de Gobierno de transición y debe traspasar el poder a un Gobierno civil.
A mediados de abril de 2019, Sudán vivió un golpe militar que puso fin a los 30 años del Gobierno del presidente Omar al Bashir, tras varios meses de protestas que se saldaron con decenas de muertos y centenares de heridos. Al Bashir fue destituido y más tarde encarcelado.
El 19 de agosto de 2019, el Consejo Militar de Transición (CMT) de Sudán y la principal alianza opositora, Fuerzas de la Libertad y el Cambio, firmaron una declaración constitucional que allanaba el camino al proceso de reformas políticas e institucionales en el país.
A finales de agosto de 2019, el jefe del CMT, Abdel Fattah al Burhan, prestó juramento en calidad de presidente del Consejo Soberano del país. El nuevo primer ministro, Abdalla Hamdok, juramentó su cargo el 21 de agosto de 2019. Las autoridades militares y civiles acordaron declarar un período de transición, necesario para efectuar reformas políticas y económicas.