La activista sueca de 17 años Greta Thunberg cree que puede haber contraído el coronavirus y se ha autoaislado en un piso con su padre.
En una publicación de Instagram, la activista relata que se autoaisló en un apartamento con su padre, lejos de su hermana y su madre. Ambos comenzaron a tener síntomas después de una gira en tren que realizaron juntos por Europa. El viaje lo realizaron antes de que los Gobiernos del continente cerraran las fronteras en un intento de detener la propagación del virus.
Thunberg revela que después de volver de Bruselas mostró síntomas como escalofríos, dolor de garganta, tos y cansancio. También indica que su padre tenía "síntomas más intensos" como fiebre, pero ahora ambos se sienten mejor y están casi recuperados.
La adolescente hizo un llamado a los jóvenes que la leen para que protejan a los grupos con mayor riesgo, como las personas de la tercera edad, de contraer la enfermedad.
"Ahora me he recuperado básicamente, pero... Y ESTO ES LO MÁS IMPORTANTE: Casi no me sentí enferma. ¡Mi último resfriado fue mucho peor que esto! Si no hubiera sido por otra persona que tuvo el virus simultáneamente, no habría sospechado nada. Entonces habría pensado que me sentía inusualmente cansada con un poco de tos. Y esto es lo que lo hace mucho más peligroso", advierte la activista.
Thunberg continúa explicando que en Suecia las personas que se sienten mal no pueden hacerse la prueba de COVID-19 a menos que necesiten tratamiento hospitalario, por eso es imposible saber si su padre y ella realmente han tenido el virus, pero sería una coincidencia demasiado rara.
A diferencia de la mayoría de los países del mundo, las autoridades suecas han hecho poco o nada detener la expansión del coronavirus entre la población. El país afronta el virus sin confinamiento y con escuelas, bares y restaurantes abiertos. Con unos 10 millones de habitantes, Suecia ha contabilizado más de dos decenas de muertes y ha detectado más de 2.000 infecciones, aunque las pruebas están limitadas solo a la población de riesgo y a los casos más graves.
Todo esto responde a la estrategia adoptada por el país escandinavo de dejar enfermar a la mayor parte de la población y atender solo a los más graves. El primer ministro del país, Stefan Löfven, avisó a los suecos de que deben "prepararse mentalmente para lo que viene".