La posibilidad de que se presenten disturbios —e incluso acciones armadas— en la posesión de Joe Biden como presidente número 46 de Estados Unidos y la grave crisis de salud por el crecimiento del contagio de covid-19 en Estados Unidos, impiden que en esta oportunidad se lleve a cabo la tradicional fiesta democrática de cada cuatro años y que, a cambio, la seguridad sea la protagonista.
Tras los disturbios del pasado 6 de enero en el Capitolio, las autoridades locales y fuerzas armadas de Estados Unidos tejen un plan de seguridad masivo para la toma de posesión de Joe Biden el próximo 20 de enero, ante las amenazas extendidas por parte de miembros de grupos extremistas días previos a la investidura del demócrata.
A esto se suma la detención, en la semana anterior a la toma de investidura, de un hombre armado y con una credencial falsa para ingresar a la plataforma del Congreso durante la posesión del nuevo presidente. Este incidente prendió nuevas alarmas sobre la posibilidad de que haya planes para asesinarlo.
El jefe interino del Departamento de la Policía Metropolitana, Robert Contee, anunció que esperan la presencia de más de 20.000 miembros de la Guardia Nacional en la capital estadounidense.
“La investidura de Joe Biden ha sido designada como un evento de seguridad nacional especial, los números finales serán proporcionados por el Servicio Secreto de Estados Unidos. Creo que se puede esperar ver más de 20.000 miembros de la Guardia Nacional que estarán aquí en el Distrito de Columbia", declaró Contee.
Alerta de las fuerzas de seguridad
Las imágenes que circulan por las redes sociales, que muestran a los miembros de la Guardia Nacional descansando dentro de las instalaciones del Capitolio, dan una idea de la dimensión de alta seguridad que se implementará antes, durante y después de la investidura del presidente electo. La cantidad de tropas podría ser la más grande jamás vista para una toma de posesión.
No hay preocupación por la escasez de fuerzas de la Guardia Nacional: refuerzos vendrán de los 50 estados de EE. UU. y el Distrito de Columbia para apoyar a la Policía del Capitolio, la Policía de Parques y el Departamento de Policía Metropolitana de Washington.
El Servicio Secreto encabezará el amplio esquema de seguridad en coordinación con el Pentágono y otras agencias federales. Los miembros de la Guardia Nacional estarán armados y equipados de acuerdo con las misiones que se les pidió.
Diversas tropas de seguridad física se acomodan alrededor del Capitolio, la Casa Blanca, el Observatorio Naval Nacional y otras edificaciones importantes. Se han instalado barreras de acero y cierres de calles en torno al edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos. Asimismo, todas las entradas dispondrán de detectores de metales y cada congresista asistente tendrá que pasar por ellos.
Sin concentraciones masivas
El reconocido parque National Mall, lugar tradicional donde se concentran multitudes cuando se desarrollan eventos masivos políticos como éste, sólo estará disponible para medios de comunicación y el personal de seguridad.
Ante la inquietud expresada por parte del FBI frente a los posibles actos de violencia durante la toma de posesión, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, le pidió al teniente general retirado Russel Honoré que analice los detalles del ataque al Capitolio y la infraestructura de seguridad del complejo.
“Debemos someter todo este complejo a un escrutinio a la luz de lo que sucedió y ante el hecho de que se acerca el cambio de mando; con este fin, le he pedido al teniente general retirado Russel Honoré que dirija una revisión inmediata de la infraestructura de seguridad, los procesos interinstitucionales y el comando y control”, indicó Pelosi durante una conferencia de prensa.
En una entrevista con la cadena CNBC, el CEO de Delta Airlines, Ed Bastian, anunció que no permitirán a los pasajeros que vuelen con destino a Washington facturar armas de fuego en sus equipajes, acogiéndose a las restricciones indicadas para la investidura de Joe Biden.
