Si un viento tenía Petro en contra desde su primer día como presidente es el de la economía, que a nivel mundial atraviesa por un periodo de desaceleración que tiene múltiples causas, una de las cuales está en el conflicto militar entre Ucrania y Rusia. La inflación en Colombia está sobre los dos dígitos, al igual que el desempleo y el comportamiento del dólar sigue siendo demasiado volátil para las exigentes evaluadoras de riesgo y los inquisitivos mercados.
Por otra parte, el Gobierno se proyecta para el otro año con un presupuesto general de 405,6 billones de pesos. La reforma tributaria que busca recoger más de veinte billones de pesos ya pasó la prueba en el Congreso de la República, lo cual le ha dado cierta confianza a los funcionarios del Gobierno, que tendrán que trazar múltiples estrategias pues la desaceleración global de la economía y las fuerte lluvías en Colombia serán temas de tensión en las finanzas de la Nación.
Sin lugar a dudas, el nombramiento de José Antonio Ocampo como ministro de Hacienda ha favorecido la confianza de algunos sectores productivos ante la administración de Petro. El artífice de la reforma tributaria sigue siendo una pieza clave en el Gobierno, además de una cara de moderación, pragmatismo y ortodoxia económica.
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Inflación, el ‘coco’ de la economía colombiana
Para el análisis general de la economía de Colombia durante los primeros 100 días del gobierno de Gustavo Petro, KienyKe.com consultó a Michael Ortegón, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de Uninpahu, quien ha dicho que, como es lógico, en 100 días no se han tomado decesiones concretas sobre sectores en específico o a nivel estuctural.
“Lo que sí ha hecho son propuestas en torno al manejo de la inflación como reemplazo de la subida de las tasas de interés y ha pronunciado discursos y opiniones sobre el detenimiento de la exploración petrolera en el marco de su visión ambientalista. Sin embargo, estos pronunciamientos han generado efectos en los mercados, como si fuesen decisiones de intervención”, señaló.
Para Ortegón es fundamental no dejar por fuera uno de los puntos más importantes en la política de gobierno de Petro: la transición energética, un factor transversal que toca el recaudo fiscal, la productividad y el crecimiento económico del país.
“Si 6 de cada 10 dólares que ingresan a la economía colombiana son por ventas internacionales de petróleo y de carbón, los pronunciamientos radicales frente a estos sectores y la ambigüedad sobre futuro de los contratos de explotación y exploración genera problemas al ingreso de dólares en la economía”, explicó.
¿Y el Plan de Desarrollo?
En diálogo con este medio, Jorge Iván Cuervo, profesor de la cátedra Teoría de las Políticas Públicas y de Instituciones Políticas Colombianas en la Facultad de de Gobierno y Relaciones Internacionales, señaló que el Plan de Desarrollo se está haciendo no solo con recaudo de dinero, sino de información. Con esto hizo referencia a los Diálogos Regionales Vinculantes que adelanta el Gobierno por estos días.
Esto ayudaría a que no haya inversiones poco acertadas a la hora de planificar cómo invertirá los recursos el Gobierno. El docente hizo énfasis en que la administración Petro tiene poco más de dos meses para construir totalmente el Plan de Desarrollo. “Esa recolección de información en las regiones terminará desembocando en un Plan de Desarrollo distinto a los que siempre se han hecho; pero probablemente termine haciéndose como siempre: en un cónclave de expertos y académicos con prioridades técnicas”, dijo.
Cuervo también hizo énfasis en que la inflación y la tasa cambiaria están sujetas, en gran medida, al comportamiento de la economía en Estados Unidos, así como a otras variables internacionales que condicionan las dinámicas económicas de países como Colombia, cuyas economías son pequeñas a lado de las grandes potencias industriales, financieras y militares.
Por su parte, Ortegón señaló que lo mejor que puede hacer el gobierno de Petro frente a sus principales retos es mantener una lógica ortodoxa y pragmática.
“Se espera que el Gobierno respalde las decisiones del Banco de la República, dando mayor tranquilidad a los mercados tanto nacionales como internacionales sobre el compromiso que se tiene para combatir la inflación”, sugirió.
Sin embargo, el comportamiento de la economía, señalan otros expertos, se verá realmente el otro año, contabilizando todas las variables en el espectro económico de Colombia.