Gabriel Santos, el representante a la Cámara del Centro Democrático que en este último periodo legislativo resaltó como una vertiente crítica de su propio partido y fue noticia por empapelar todo el recinto del Congreso para sacar adelante el proyecto de reducción del receso legislativo, espera ser reelegido este próximo 13 de marzo bajo esa misma bandera que denomina “la derecha diferente”.
En diálogo con Kienyke.com, el candidato a la Cámara en la casilla 104 de la lista de su partido explicó lo que significa este concepto y cuáles serían sus propuestas en caso de poder regresar a este recinto del poder legislativo. Empezando, explicó que lo que hace a su movimiento una “derecha distinta” es la “defensa de las libertades individuales, de las libertades económicas, de las empresas y de los trabajadores y el rechazo absoluto a las prácticas clientelistas y corruptas vengan de donde vengan”.
De acuerdo con Santos, el problema con la versión tradicional de la derecha es que izaran las banderas de esta corriente política mientras protagonizan “escándalos de corrupción, prácticas clientelistas abusando del poder y adueñándose del Estado, metiendo a la religión en absolutamente todas las esferas del poder (...) Ponen aranceles para encarecer las cosas, proponen cerrar la economía para beneficiar a sus amigos empresarios”.
Precisamente contra eso es que Santos asegura enfrentarse y de hecho llegó a ver un punto donde destacó como un político casi de oposición dentro de su propio partido, empezando por su sonada participación en el debate de censura contra la exministra TIC, Karen Abudinen, por el caso de Centros Poblados; o el bajo respaldo que obtuvo por su proyecto de reducir el receso legislativo, que incluso llegó a enfrentarlo con la presidenta de la Cámara, Jennifer Arias (también del Centro Democrático).
“El Congreso pasado fue inferior a ese reto que le propusimos en materia de reducción de las vacaciones de los congresistas y en el último de los ocho debates el Senado, el pasado 16 de diciembre, decidió irse de vacaciones. Reducción de salarios de los congresistas a la mitad ni siquiera se debatió, reducción de equipos de trabajo de los congresistas no se debatió, límite a la reelección de congresistas se hundió en el primer debate”, relató el candidato.
Ya entrados en materia de propuestas, además de seguir adelante con su intento de reducir los beneficios de los congresistas (tarea en la que cuenta con afinidades en varios partidos), Gabriel Santos, como candidato a la Cámara por Bogotá, tiene como prioridad adelantar proyectos que permitan obligar al cumplimiento del POT en las ciudades, un voucher educativo que estimule la competencia entre los colegios, empezar a hablar del cannabis medicinal, legislar a favor de las plataformas de transporte, entre otros debates que considera prioridad para la ciudadanía.
Lo primero fue el tema del Plan de Ordenamiento Territorial, que por lo menos en Bogotá generó recientemente un escándalo cuando la alcaldesa lo avaló por decreto. Frente a esto considera que hay que acabar con esa imposición de distintos modelos de urbanidad para luchar por una visión mucho más continua.
“Grandes obras de infraestructura que habrían podido ayudar a mejorar esta ciudad en materia de movilidad, seguridad, educación, empleo, etcétera, no se hicieron simplemente porque es que el nuevo llevaba unas banderas ideológicas distintas y empezó a pelear con el anterior”, aseveró.
Otro tema fue el del voucher educativo, que consiste básicamente en trasladar el subsidio de la oferta de educación a la demanda de la misma, dándole la potestad a los padres de familia a decidir a qué colegio quieren ir y estimulando al tiempo que entre las instituciones educativas se presente una competencia por mejorar la calidad de su oferta para volverse más atractivas a los consumidores. Algo que considera necesario pues opina que Fecode ha “monopolizado la educación”.
“La idea es no estar en lo que estamos que es que un sindicato nos puede obligar a cerrar dos años los colegios, que un sindicato no permite la evaluación de los docentes, integrar mucho más el plano de la educación”, dijo Santos, añadiendo que a pesar de ello está de acuerdo en la existencia de Fecode siempre y cuando no afecte la educación de los niños.
Finalmente, el candidato se enmarcó a favor del aborto legal (y todas las discusiones que estén a favor de las libertades humanas como el consumo adulto de cannabis y la eutanasia), de la legalización de las drogas como la forma más inteligente de luchar contra ellas, la entrada a la legalidad de las plataformas de transporte y de un control político mucho más juicioso “para que lleguen personas competentes a los cargos”.
