En la mañana del miércoles 27 de junio, el expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, fue trasladado a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde se espera que reanude la audiencia intermedia de acusación por el caso “pinchazos” que se adelanta desde el pasado 11 de junio cuando fue extraditado desde Estados Unidos.
Martinelli fue trasladado desde el centro penitenciario El Renacer, donde se encuentra aprehendido, para continuar el proceso, luego de que en la madrugada del pasado 26 de junio, el juez de garantías del caso, Jerónimo Mejía, decidió que Martinelli sigue siendo diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen) y por ende la Corte no pierde competencia alguna.
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Además, Mejía indicó que la renuncia de Martinelli al Parlacen tiene efecto alguno en esta etapa del proceso, ya que en 2015 se fijó la competencia de la Corte Suprema de Justicia, precisamente partiendo de su condición como diputado cuya investidura solo permite un proceso legal en dicha Corte.
El mismo 26 de junio, la junta directiva del Parlacen se reunió y aprobó la renuncia del expresidente al organismo regional. Los documentos se presentaron a la plenaria el 27 de junio, para darla a conocer al resto de los diputados, como ordena el reglamento de la entidad.
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En esta fase del proceso contra Martinelli, ambas partes -querellantes y defensores- deberán realizar las alegaciones previas frente a las acusaciones contra el expresidente y las nulidades e impedimentos que puedan coexistir en el caso. Además, podrán presentar las disposiciones respectivas frente a la realización o no de un juicio.
Posteriormente, la Fiscalía panameña actuará como garante en la admisión o rechazo de las pruebas presentadas como recursos previos por ambas partes. Una vez se tome la decisión, el juez de garantías remite las pruebas al Pleno de la Corte, que debe de señalar una fecha dentro de los siguientes cinco días para el juicio oral contra el ya acusado.
