En El Salvador continúa la dura política de seguridad nacional que ha sido impulsada por el presidente Nayib Bukele, quien adelanta una serie de detenciones para hacerle frente a las temidas maras o pandillas que contaban con el control de un amplio territorio.
La política del primer mandatario ha sido criticada por varias entidades veladoras de los derechos humanos ya que las situaciones en las que se cometen las capturas no estarían cumpliendo con los estándares internacionales para garantizar la legítima defensa de los presos, inclusive se habla de las mínimas condiciones de alimentación y retención en los centros carcelarios.
Sin embargo, alrededor del mundo también hay quienes destacan la estrategia de seguridad de Bukele, aplaudiendo la baja en las cifras de homicidio y el mayor despliegue militar en las zonas urbanas que se ha realizado en los últimos meses. De esta forma, los admiradores colombianos a esta forma de manejo de las estructuras armadas han sido múltiples entre políticos como los hermanos Jaime Uscátegui y Julián Uscátegui, representante a la Cámara y edil de Usaquén, respectivamente, quienes se dirigieron a San Salvador recientemente.
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Así mismo, el colombiano que ha estado en el ojo de la opinión pública por su viaje a El Salvador es José Antonio Potes, un vallecaucano que se llevó una sorpresa luego de ser capturado tras su llegada a ese país luego de que las autoridades, según versiones de la madre del joven, habrían adelantado la aprehensión al evidenciar los tatuajes en su torso, señal característica de los pandilleros de El Salvador.
Todo inició debido al sentido llamado que hizo su madre por la presunta detención de su hijo en una mega cárcel de El Salvador por tener un tatuaje en su pecho, confundiéndolo con un integrante de los Maras, banda delincuencial de ese país.
Sin embargo, en un video publicado por la Revista Semana, Potes aclaró lo sucedido, diciendo que realmente lo que tuvo fue un problema en migración, esto, debido a que se encontraba trabajando sin el permiso que le otorga El Salvador para tal fin. Posterior a esto, muestra la calle en la que se encuentra, asegurando que no estaba detenido y que gozaba de plena libertad.
“Soy un joven colombiano que estoy en las calles de El Salvador libre, con el tema mío fue algún malentendido por algo que estaba en la cárcel por temas de pandillas. Con ganas de empezar un nuevo camino en este país”, dijo Potes.
Llegada de Potes a Colombia tras su paso por El Salvador:
El hombre llegó el pasado 30 de abril a Colombia por lo que habló en Noticias Uno sobre lo que realmente ocurrió en su paso por El Salvador. Potes aseguró que en principio fue constreñido para decir que no había sido enviado a la cárcel.
En primera instancia, el vallecaucano informó que se mantuvo en retención hasta el último día bajo el cargo por agrupaciones ilícitas, además, aseguró que fue por él el viceministro de Seguridad de los centros penales junto a una persona llamada David Cruz.
“Lo que (afirmé) fue como ellos me lo dijeron. La ropa con la que salgo es la misma con la que salí de la cárcel, la que ellos me compraron. Ellos en ningún momento me dijeron que (iban a enviar) ese video a Semana, y ya que ellos se entiendan allá entre medios”, dijo el joven.
De esta manera, Potes asegura que las declaraciones expuestas por la Revista Semana las realizó bajo las instrucciones de los funcionarios del gobierno salvadoreño más no fue de manera voluntaria.
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Inclusive, la Cancillería colombiana conoció la aprehensión del hombre asegurando que tenían la confirmación de la reclusión en centro de detención “bajo el delito de ‘agrupaciones ilícitas’ en el marco del Régimen de Excepción actualmente vigente en el país”.
El hombre afirmó en su reciente manifestación a medios de comunicación que por algunas características en vestuario se señala a las personas de pandilleros por lo que asegura que allá no existe libertad de expresión.