Un madrazo suena fuerte en cualquier idioma. Incluso en las diferentes variantes del Español que se habla en América.
Los Pichy Boys, dos populares humoristas cubanos, conscientes de la fuerza de un insulto, se tomaron la tarea de responder los agravios que Donald Trump hizo contra los latinos que viven en Estados Unidos.
En diferentes acentos (venezolano, cubano, puertorriqueño, argentino, Colombiano – que suena muy paisa -, entre otros) los humoristas le mandaron un sonoro insulto al millonario gringo que quiere ser presidente de Estados Unidos.
Este es el video de los humoristas cubanos:
https://www.youtube.com/watch?v=OpvwFG__YA4
¿Quiénes son los Pichy Boys?
Alejandro González y Maikel Rodríguez son dos primos cubanos que crecieron en Miami y triunfan en Internet como productores de una serie de vídeos donde bromean y hacen críticas sociales a través del coloquial humor cubano.
Se dieron a conocer con la sátira de la película ‘Troya’ en 2010, a la que bautizaron ‘Troja’. Después continuaron haciendo sátiras de ‘Pinocho’, ‘Shrek’, entre otras.
Luego descubrieron que los temas noticiosos o polémicos podrían ser objeto de sátira. Hicieron un trabajo con las comprometedoras fotos del padre Alberto Cutié con una mujer que actualmente es su esposa. El video le dio a los Pichy Boys millones de visitas en Youtube.
Tienen clubes de fans en todo el mundo, incluso en Namibia. En una sola noche, sus videos de Facebook pueden lograr 25 millones de vistas.
Uno de ellos fue balsero, ocho veces navegó rumbo a Estados Unidos, es crítico de Cuba y los regímenes totalitarios. A la pregunta de cuál es el límite de la sátira, dio a entender que no existían y que eso era “lo lindo de vivir en libertad”.
El duro mensaje de Los Pichy Boys a Donald Trump
Mié, 08/07/2015 - 08:34
Un madrazo suena fuerte en cualquier idioma. Incluso en las diferentes variantes del Español que se habla en América.
Los Pichy Boys, dos populares humoristas cubanos, conscientes de la fuerza de
Los Pichy Boys, dos populares humoristas cubanos, conscientes de la fuerza de