El Congreso de la República le dijo no a la reforma política que radicó la bancada del Pacto Histórico. Fueron días de tensión y críticas, en los que hasta recolección de firmas hubo para que la iniciativa legislativa no pasara. El presidente Gustavo Petro fue uno de los primeros en reconocer que de la reforma inicial no quedaba nada progresista.
“Creo que en la reforma política no queda ningún tema progresista. Sin listas cerradas y cremalleras, es decir que permitan igualdad de curules para hombres y mujeres y sin financiación estatal de las campañas, la reforma no aporta a un avance en la calidad de la política", escribió
Ya se habían denunciado varios "micos" que podrían estar trepados en el articulado para beneficiar a políticos que se valen de mañas y estratagemas cuestionables para perpetuarse en los puestos públicos.
En su trámite por el Congreso, el texto de la reforma apareció con un artículo eliminado: el que ordenada que las listas cerradas tomaran carácter obligatorio a partir de 2026.
Esto les abría la puerta a una serie de beneficios que se les pretendían otorgar a los partidos que opten por listas cerradas. Un 30 % más de financiación es uno de esos privilegios.
Se buscaba también que “adopte un sistema de incentivos para el fortalecimiento de los partidos, movimientos y grupos significativos de ciudadanos que adopten listas cerradas y bloqueadas para la contienda electoral, consistente en una mejor ubicación en el tarjetón respectivo a elección de partido o movimiento”.
Como era de esperarse, han sido varias las reacciones tras el hundimiento de la reforma. Desde el centro (Alianza Verde) y algunos partidos de tendencia derechista, se ha celebrado lo ocurrido, mientras algunos miembros de Pacto Histórico atraviesan por una derrota política.
Camilo Romero, quien funge como embajador de Colombia en Argentina, aplaudió la caída de la reforma:
"Siempre lo dijimos: ninguna reforma política puede estar por encima del mandato ciudadano. Bien que se hunda un proyecto que en vez de solucionar viejos problemas de la democracia, los ahonda. Es hora de que algunos en el Congreso piensen en la gente y no en sus beneficios".
Por su parte, María José Pizarro señaló que la única reforma que estaría dispuesta a apoyar debe ser enteramente progresista y con los siguientes tres elementos:
- Listas cerradas y paritarias garantizando la participación de las mujeres
- Financiación 100% estatal de las campañas
- Solo jueces pueden limitar derechos políticos