Un mal trago están pasando los habitantes de Bogotá y Cundinamarca que quieren beber Aguardiente Amarillo de Manzanares, uno de los licores más populares en los últimos años y cuya resaca tiene un tinte legal, pues actualmente su distribución está prohibida a través de un decreto de la Gobernación de Cundinamarca.
Esto a raíz de una decisión tomada para proteger el consumo departamental del licor cundinamarqués por excelencia: el Aguardiente Néctar. Esto, desde luego, no se quedó ahí, y la pelea ya va en la Cámara de Comercio de Bogotá, donde el pasado 20 de noviembre se instaló un tribunal de arbitramento en contra de Empresa de Licores de Cundinamarca.
Muchos pensarían que la demanda la interpuso la Industria Licorera de Caldas, casa fabricante del Amarillo, pero las acciones vienen desde Representaciones Continental Repco, que distribuye bebidas alcohólicas en Cundinamarca desde 1977. Esta empresa distribuye tanto licores de Cundinamarca como de Caldas. El argumento es que afecta la cadena comercial. La demanda es por 3.000 millones de pesos.
Lejos de enfrentar con pasividad la situación, la Licorera de Cundinamarca contrademandará por 130.000 millones de pesos. Todo, por ahora, es muy reciente. Pero se prevé una disputa legal que va de chorro.
Ahora bien, esta confrontación no es nueva. El decreto mediante el cual la Gobernación de Cundinamarca trató de desterrar al Amarillo data del 2019.
“La empresa de Licores de Cundinamarca no comparte las peticiones de RepCo y así lo hará valer en el seno de ese tribunal de arbitramento en donde no solo ejercerá su defensa, sino que muy seguramente formulará una contrademanda porque considera el equipo legal de la empresa de Licores de Cundinamarca de la que yo hago parte, que se han presentado unas circunstancias que pueden constituir un eventual incumplimiento de las obligaciones a cargo de RepCo”, dijo a medios de comunicación Juan Pablo Estrada, abogado y vocero de la Empresa de Licores de Cundinamarca.
En una entrevista con Blu Radio, el representante legal de la licorera cundinamarquesa habló de los capítulos que podrían seguir en esta pelea burocrática que, justo para fin de año, dejará a más de uno con la copa estirada, pues hasta en la marca de licor que toma cada uno también se dividen los colombianos.