La Fiscalía General de la Nación anunció la captura y judicialización de los miembros de una red delictiva que se dedicaba a la venta ilegal de carne de burro y caballo en el barrio el Rebolo, en Barranquilla.
De acuerdo con la entidad, fueron seis los capturados por estos hechos, dos de los cuales eran patrulleros de la Policía Nacional. Este grupo, conocido como “Los percherones”, mantenía encerrados a equinos y burros en mal estado de salud en una casa de este sector de la ciudad, al tiempo que almacenaban carne y vísceras sin ningún tipo de medida de salubridad para su posterior comercialización.
En el lugar de los hechos, la Fiscalía encontró 14 animales en pie y seis muertos, así como “70 kilogramos de piel animal y dos congeladores en pésimas condiciones con cerca de 100 kilogramos de carne y vísceras de equino”. Por supuesto, señala el ente, todo este material era almacenado sin conservar la cadena de frío.
De acuerdo con el comunicado de la Fiscalía, por estos hechos les fueron imputados a los capturados los delitos de “maltrato animal, concierto para delinquir, contaminación ambiental, cohecho por dar u ofrecer; corrupción de alimentos, productos médicos y material profiláctico; tráfico de influencia de particular, y tráfico de influencias a servidor público”.
Uno de los capturados, Hipólito Enrique Meriño, ha sido uno de los primeros en ser judicializado por estos actos delictivos y por el momento “deberá cumplir medida de aseguramiento privativa de la libertad en su lugar de residencia”, según las disposiciones del juez de control de garantías que lleva el caso.
“Los percherones” no solamente son acusados de tener un matadero ilegal, del evidente maltrato animal y de las condiciones poco salubres del almacenamiento de la carne, sino también de manejo incorrecto de los desechos. Según pudo constatar la Fiscalía, los imputados vertían todo tipo de residuos a las fuentes hídricas de la zona, poniendo en peligro la salud pública.
