Con la aprobación del Consejo Académico y el Consejo Superior de la Universidad de Nariño, a través de una modificación estatutaria, se logró ampliar el beneficio que tiene actualmente la población excombatiente de cupos especiales, a los hijos e hijas de las personas que adelantan procesos de reintegración y reincorporación, en Nariño.
A partir del segundo semestre de 2020 y de manera indefinida, más de 90 jóvenes, hijos de excombatientes en Nariño, tendrán acceso a la educación superior en la Universidad de Nariño.
“Es un acto de equidad e impacto social. Este beneficio ya no solo es para las personas que estuvieron en los grupos armados al margen de la ley, sino que se extiende a sus hijos. Abrirle la puerta a la educación superior a nuestros jóvenes en el departamento de Nariño, contribuye a edificar una paz estable y duradera”, señaló Carlos Solarte Portilla, rector de la Universidad de Nariño.
La necesidad de acceso a la educación superior está reflejada, especialmente, en los más jóvenes. La población excombatiente adulta, en su gran mayoría, avanza en estudios de primaria y bachillerato aplicando lo aprendido en proyectos productivos, formación para el trabajo y vinculación laboral.
“Estamos seguros que al impactar a la familia, estamos impactando directamente al proyecto de vida de la población excombatiente. Con estas iniciativas aportamos a la construcción de la paz con legalidad en nuestro departamento”, concluyó Diego Bastidas, Coordinador del Grupo Territorial Nariño de la ARN.
Estos cupos para los hijos e hijas de la población excombatiente se suman a los demás cupos especiales que ya otorga la Universidad de Nariño dirigidos a población vulnerable, víctimas del conflicto, población indígena, población afrocolombiana, personas en situación de discapacidad y deportistas destacados.