Hay un refrán que dice que dice: "Todo tiempo pasado fue mejor"; y en este caso parece aplicar. Con la falta de espacios abiertos y la inseguridad de las ciudades, los niños han perdido lugares para realizar actividades físicas e interrelacionarse con los demás, razón por la cual los parques de diversiones se convierten en una alternativa para la recreación familiar y el esparcimiento de los pequeños.
A esto se suma que algunos padres no jueguen con sus hijos, a que los nuevos jardines infantiles no tengan espacios al aire libre para entretener a los menores y al exceso de televisión. Esto genera inactividad, niños amotrices y retraídos.
Por esta razón, los parques de diversiones se convierten en la solución a estos problemas, porque aportan todo tipo de experiencias que enriquecen la vida de los menores y contribuyen con su desarrollo.
Según un estudio del parque Mundo Aventura, al año ingresan a sus instalaciones más de 360.000 niños pertenecientes, en su gran mayoría, de los estratos 2,3 y 4 que buscan espacios recreativos y zonas dedicadas a la diversión y esparcimiento de los menores de edad, pero en compañía de toda la familia.
"Dependiendo de su nivel de desarrollo, tendrá la posibilidad sentir el reto para que su inteligencia se ponga en funcionamiento"Amanda AriasSobre este tema, Amanda Arias, subdirectora de talento humano del parque Mundo Aventura y sicóloga de profesión, indicó que “definitivamente sí existe una relación directa entre el desarrollo de habilidades en los niños y sus actividades al aire libre. Cuando los pequeños se enfrentan a las diferentes atracciones y escenarios de un parque como el nuestro, obtienen herramientas que van a servirles para mejorar su motricidad y su confianza, e incluso temas como la comprensión y las relaciones interpersonales”. Además, Howard Gardner, sicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, conocido en el ámbito científico por sus investigaciones en el análisis de las capacidades cognitivas y por haber formulado la teoría de las inteligencias múltiples, la inteligencia no es una, sino muchas. Todos tenemos todas las inteligencias, en distinta proporción, y estas esperan la oportunidad de desarrollarse a lo largo de nuestra vida. Para Gardner, la cultura, la educación y el ambiente en el que crece cada individuo serán definitivos en su estructuración y desarrollo. En el caso práctico de cada una de las inteligencias formuladas por este experto, los niños pueden desarrollarlas en las actividades físicas y cognitivas que se encuentran en espacios como los parques de diversiones. Por esta razón, Amanda asegura que “en el caso de Mundo Aventura, hay diferentes escenarios asociados con los movimientos corporales en los cuales los niños pueden desarrollar por ejemplo la inteligencia kinestésica. En las zonas que nosotros llamamos Playground y Soft Play, los pequeños de diversas edades pueden correr, saltar, trepar, rodar y realizar muchas actividades que pueden contribuir con temas como la libertad de movimientos, la motricidad gruesa y el equilibrio”.
A esto se suman atracciones no mecánicas con pisos inclinados y recintos oscuros que generan ilusiones ópticas, también exponen a niños y adultos a experiencias diversas relacionadas con el equilibrio y la motricidad.De igual manera, estas atracciones no mecánicas ayudan a que las experiencias de percepciones de figuras, relaciones espaciales, direcciones y tamaños sean reales. “Según la experiencia de cada niño y su exposición a aspectos como espacio y movimiento, puede integrar y procesar toda la información que está recibiendo del medio y, dependiendo de su nivel de desarrollo, tendrá la posibilidad sentir el reto para que su inteligencia se ponga en funcionamiento", sentenció Arias. Finalmente, otros tipos de inteligencias que se potencializan en espacios como los parques de diversiones son la Inteligencia Lingüística que se desarrolla con las atracciones de narrativa, cuentería y teatro; la lógico-matemática, con juegos como rompecabezas o roles de compras en los que se calcula el valor de las cosas; la Naturalista-científica, en la que se relaciona a los niños con la naturaleza y los animales; la artístico-espacial, con la pintura, construcciones, mapas, figuras de barro o arcilla; la musical, con las actividades de danza, conciertos y práctica de instrumentos; y la interpersonal, con juegos en grupo.