Para nadie es un secreto que una de las grandes preocupaciones de muchos individuos es lograr satisfacer a su pareja en términos sexuales. Por esto, una reciente investigación publicada en Journal of Sex & Marital Therapy asegura que tener buen sexo está relacionado con la concentración plena: las personas que meditan afirman tener más facilidad para la excitación, lubricación, orgasmo y deseo.
Es difícil realizar el acto sexual alejándose de imaginarios o sin pensar en la felicidad del otro, sin embargo, esta investigación recomienda absoluta concentración y disfrutar el momento. Apreciar cada beso, caricia, roce y movimiento que se hace durante el mismo.
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"La idea de que las experiencias sexuales pueden ser como estados de trance es en cierto modo antigua. Pero resulta que este planteamiento está respaldado por la comprensión moderna de la neurociencia. En teoría, esto podría cambiar la forma en que las personas ven su sexualidad. El sexo es una fuente de sensaciones placenteras y conexión emocional, pero más allá de eso, en realidad es un estado de conciencia alterado", afirma el estudio.
Realizar posiciones que no sean tan frecuentes, también ayuda a que el orgasmo se pueda disfrutar de mejor manera. Busque posiciones favorables, lugares diferentes pero cómodos y sobre todo, disfrute el momento, aléjese de imaginarios y pensamientos negativos que lo único que generan son inseguridades y bloqueos.
La idea es trabajar inteligentemente con la energía vital y aprender cómo integrar nuestra sexualidad de manera óptima en la vida, bien sea solo o en pareja. Mientras más se comprenda la sexualidad, mayores probabilidades tendremos de canalizarla en vías espiritualmente productivas.
El sexo tántrico es otra opción que ofrece esta sabiduría, enseñando cómo dirigir la energía sexual a través de la relajación en lugar de la tensión, que es lo que comúnmente se hace. De ahí a que la tendencia aceptada en occidente es hacia el logro de un fin: el climax.
Entonces todo el acto se basa en ello. Mientras que el enfoque del tantra no está en lograr nada, está en ser todo, ser amor, ser corazón, sentir. No se trata entonces de “hacer” el amor, se trata de “ser” el amor.
