Basoexia: Besar para llegar al climax

Mié, 19/04/2017 - 13:03
"(...) Mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragan
"(...) Mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua". Fragmento del séptimo capítulo de 'Rayuela', de Julio Cortázar. Un beso está cargado de significado, ya sea erótico, romántico, sexual, cariñoso; puede generar ilusiones como destruirlas, puede ser decepcionante, cálido, triste, apasionado... En fin. Es la llave maestra de toda situación. Sin embargo, aunque un beso por sí solo y a simple vista es inofensivo, para algunas personas se les puede convertir en un problema e incluso ser una parafilia que tiene por nombre 'Basoexia'.

Basoexia, la parafilia de besar para llegar al orgasmo 

Pese no es muy consultada, ni conocida ni estudiada, existe; y algunas personas aunque pocas, la padecen, Ezequiel López, psicólogo y sexólogo clínico le explicó a KienyKe.com que la basoexia hace parte de las más de 500 parafilias que se conocen hasta hoy. "Un comportamiento puede ser considerado como una parafilia por una desviación social como la pedofilia o porque se requiere de un estímulo en particular con el que se tiene una relación de necesidad para alcanzar una respuesta de excitación y o de orgasmo. En este caso la basoexia es una parafilia en la medida que la persona requiere de besos para llegar a un orgasmo y sin ellos quizás tenga algo de placer pero no llega al clímax". A diferencia de las demás parafilias, la 'basoexia' no reviste un problema en general ni es mal vista socialmente, puesto que todo el mundo se besa, es algo completamente común y corriente. Sin embargo, la situación se pone difícil cuando la persona con la parafilia tiene una pareja que prefiere no hacerlo durante el acto sexual. "Por lo general dentro del repertorio erótico de las parejas, besar es una conducta que no está alejada de lo que le gusta a la mayoría de las personas. Que alguien le diga a su pareja que para lograr un orgasmo necesita besos no suele ser algo destructivo para la relación, como sí lo es que alguien le pida a su novia que le maltrate, esto generaría choque. El problema estaría si la persona está con alguien que prefiere no dar besos, entramos en una zona de incompatibilidad sexual, tocaría buscar un terapeuta y buscar otro tipo de estímulo sexual que pueda ayudar a ambos, aunque no es fácil deshacerse de una relación de dependencia frente a determinado estímulo", comenta López. Determinar el origen de esta parafilia no es fácil, no hay suficiente información al respecto y son pocos los casos consultados. "En mis 20 años no he atendido el primer caso de estos, no puedo decir que sea una conducta frecuente", agrega el experto, quien también expresa que igual que el común de las parafilias, su origen está en experiencias infantiles, en donde se ha asociado el estímulo con una fuerte atracción erótica, sexual u orgásmica. Para quienes padecen este patrón de comportamiento sexual, la solución está en la terapia más no en los medicamentos. "Los medicamentos solo se dan en caso de parafilias que implican riesgo contra la integridad de las personas como es el caso de los ofensores sexuales; acosadores, abusadores, pedófilos y demás. Con la basoexia a menos que el terapeuta haga u otro tipo de cuadro psicológico que indique un trastorno obsesivo compulsivo o una cosa así, que por lo general no es el caso, se hace una indagación del mapa erótico de la persona. Averiguar qué otros sentidos le presentan placer, engañar un poco el cerebro que no llegue al orgasmo besándose de forma literal sino un imaginando un beso, que no sea solo un estímulo físico sino mental porque el orgasmo es un reflejo producto de que es un estímulo psicofísico y ahí es donde se debería trabajar", concluye Ezequiel López.
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