La sexualidad en los seres humanos es un campo muy amplio por explorar, es por eso que las relaciones o el placer no se limita a lo que suceda en una cama bajo las sábanas. Aquellas personas que tienen un fetiche con cierto objeto experimentan lo que es denominado fuera de lo común y en este curioso mundo están aquellos que se excitan con los globos.
Los looners (o globeros) son las personas que involucran globos en su vida sexual, tocar uno mientras se está teniendo sexo con alguien es un detonante para llegar al orgasmo, incluso existen personas que se excitan bastante con escuchar cuando uno de estos objetos estalla, pero el entorno puede complicarse más cuando la persona siente que solo puede llegar al clímax si hay un globo de por medio, dejando a su pareja de lado, y el fetiche se intensifica cuando se habla de quienes sienten una conexión sentimental hacia una bomba, que cuando una explota sienten que es su muerte.
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En Internet hay algunos portales que publican videos de chicas con globos, inflándolos, sentándose en ellos, frotándose y explotándolos.
Según los usuarios en línea, hay diversos tipos de acercamiento a este peculiar fetiche, blow-to-pop, quienes disfrutan de inflar con su boca una bomba, sienten placer al ver cómo se expande con cada respiración hasta cuando estalla.
Los sit-to-pop pasan todo su cuerpo por el globo, se excitan con la resistencia, los chirridos del látex contra la piel, ver cómo se deforma hasta que finalmente explota. Por último están los non-poppers, disfrutan de los juegos con los globos pero nunca los explotan porque puede ser algo "frustrante o indeseable".
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Básicamente podría dividirse entre los que quieren llegar al momento en el que estallan y los que lo evitan, pero según comentan los looners, el fetiche se encuentra en la fragilidad del objeto, su impredecible existencia desencadena una gran fuente de placer.
