Como cada persona es un mundo distinto y único el que dos humanos logren compaginar y entenderse para empezar una relación es algo casi mágico, por eso comprometerse en un noviazgo o algún tipo de relación seria es algo verdaderamente complejo, en algunas ocasiones, las peleas se vuelven algo frecuente y la violencia aparece, ¿es usted la persona violenta de los dos? Estas son las señales:
Primero, si es usted es una persona violenta o agresiva, su comportamiento podría empezar a definirse como pasivo - agresivo, como un tipo de confrontación no propiamente del tipo sarcástico, sobre todo si se trata del tipo sarcástico, hace comentarios hirientes sutiles que luego esconde con toques más cariñosos, algo que podría ser antesala de la verdadera violencia.
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Los reclamos también son constantes, la inconformidad es notable aunque no esté justificada, creyéndose mejor individuo que el otro, haciendo reclamos a su pareja, esto, en muchas ocasiones, esto podría continuar a los celos irracionales, esa desconfianza eterna, siendo un síntoma de las relaciones tóxicas, la persona violenta se torna obsesiva con su enamorado, solo tenga mucho cuidado.
A pesar de que el violento no lo nota, su pareja empieza a tenerle miedo, es decir, se siente intimidado, no se siente en un lugar seguro, entonces actúa de manera condescendiente para no alterar por nada del mundo al victimario.
Lo quiere controlar todo, solo se puede hacer lo que usted quiere, en cualquier aspecto de su vida tiene que estar presente, en lo que come, lo que ve, tiene que saber dónde está su pareja, necesitaba saber su actividad en cada una de sus redes sociales.
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Las preocupaciones, problemas o temores que no tienen que ver con la persona violenta siempre son minimizados, nunca tienen fundamento, son visto como algo simple que se queda en un capricho. Si usted es así, tómese un momento para pensar cómo se sentiría si fuera tratado de esta manera injusta.
Asimismo, si usted es una persona violenta, humilla, ridiculiza, habla con groserías, decide sus finanzas, chantajea de manera emocional, es infiel, le culpa de sus propios problemas, hay algún tipo de maltrato físico, como empujar o apretar el brazo y sobre todo, es manipulador.
