Más de 35 taxis eléctricos recorren las calles de Bogotá desde octubre de 2013. Están pintados de azul y blanco. Producen cero emisiones de gases contaminantes y no generan ruido cuando están encendidos. En su tamaño se asemejan a una camioneta. También tienen aire acondicionado, radio CD, vidrios eléctricos y sistema de bloqueo central. No consumen electricidad cuando están detenidos y tienen un sistema especial para recuperar energía mientras están detenidos en un trancón o semáforo. (Vea aquí el video)
Gabriel Bogoya es uno de los pocos los taxistas que aceptó cambiar un carro de gasolina por uno eléctrico. Ahora conduce un vehículo de la marca china BYD, representada en Colombia por Praco Didacol. Está exento de pico y placa. Además se ahorró cerca de 40 millones de pesos en el momento de la compra y permisos para el taxi. KienyKe.com conversó con él para conocer sus impresiones sobre este servicio público que le apuesta a proteger el medio ambiente.
Según Bogoya cambiar de carro no ha sido un proceso fácil. Argumenta que la mayoría de los usuarios desconocen este servicio. Muchos piensan que una carrera vale más plata o que el taxista no puede recorrer ciertas zonas de la ciudad. A otros les da desconfianza, especialmente, a las mujeres. Por esta razón, la mayoría de sus clientes son fijos, servicios especiales, por horas o solicitado para quienes van cargados de maletas al aeropuerto.
Estos taxis eléctricos deben recargarse cada 230 – 250 kilómetros, una cifra inferior al rendimiento prometido por el fabricante de 300 kilómetros. Una recarga demora dos horas y alcanza a cubrir una jornada laboral de diez a doce. En comparación al precio de la gasolina, Bogoya dice que se ahorra entre diez y siete mil pesos en cada recarga.
En la ciudad hay tres puntos de recarga: en el Parque Tercer Milenio, en la Calle 26 con Avenida Ciudad de Cali y próximamente se abrirá uno en la Bolera del Salitre. Pero Gabriel contempla la posibilidad de tener un punto de recarga instalado en su casa a largo plazo.
Hasta la fecha los carros no han tenido problemas mecánicos graves. Solo han requerido ajustes mínimos y reparaciones por choques leves. Según explica Bogoya, la marca ha ofrecido respaldo total en el tema de repuestos para estos vehículos.
El taxi de Gabriel hace parte de un grupo empresarial que reúnen a las empresas Taxatélite, Taxi Roxy Internacional, Taxi QAP y Taxi 222. Esta compañía obtuvo por licitación 36 matrículas. Empresas como Taxislibres y Teleclub tienen seis vehículos. Pero algunos de ellos están en exhibición.
El taxista Gabriel Bogoya asegura que su nuevo carro le ha permitido compartir más tiempo con la familia. Además, pasó de ser conductor a propietario. Sin embargo, sigue esperando un subsidio mensual que se le había prometido por ser promotor ambiental y contarle a sus pasajeros los beneficios del carro eléctrico.
Gabriel Bogoya es uno de los pocos los taxistas que aceptó cambiar un carro de gasolina por uno eléctrico. Ahora conduce un vehículo de la marca china BYD, representada en Colombia por Praco Didacol. Está exento de pico y placa. Además se ahorró cerca de 40 millones de pesos en el momento de la compra y permisos para el taxi. KienyKe.com conversó con él para conocer sus impresiones sobre este servicio público que le apuesta a proteger el medio ambiente.
Según Bogoya cambiar de carro no ha sido un proceso fácil. Argumenta que la mayoría de los usuarios desconocen este servicio. Muchos piensan que una carrera vale más plata o que el taxista no puede recorrer ciertas zonas de la ciudad. A otros les da desconfianza, especialmente, a las mujeres. Por esta razón, la mayoría de sus clientes son fijos, servicios especiales, por horas o solicitado para quienes van cargados de maletas al aeropuerto.
Estos taxis eléctricos deben recargarse cada 230 – 250 kilómetros, una cifra inferior al rendimiento prometido por el fabricante de 300 kilómetros. Una recarga demora dos horas y alcanza a cubrir una jornada laboral de diez a doce. En comparación al precio de la gasolina, Bogoya dice que se ahorra entre diez y siete mil pesos en cada recarga.
En la ciudad hay tres puntos de recarga: en el Parque Tercer Milenio, en la Calle 26 con Avenida Ciudad de Cali y próximamente se abrirá uno en la Bolera del Salitre. Pero Gabriel contempla la posibilidad de tener un punto de recarga instalado en su casa a largo plazo.
Hasta la fecha los carros no han tenido problemas mecánicos graves. Solo han requerido ajustes mínimos y reparaciones por choques leves. Según explica Bogoya, la marca ha ofrecido respaldo total en el tema de repuestos para estos vehículos.
El taxi de Gabriel hace parte de un grupo empresarial que reúnen a las empresas Taxatélite, Taxi Roxy Internacional, Taxi QAP y Taxi 222. Esta compañía obtuvo por licitación 36 matrículas. Empresas como Taxislibres y Teleclub tienen seis vehículos. Pero algunos de ellos están en exhibición.
El taxista Gabriel Bogoya asegura que su nuevo carro le ha permitido compartir más tiempo con la familia. Además, pasó de ser conductor a propietario. Sin embargo, sigue esperando un subsidio mensual que se le había prometido por ser promotor ambiental y contarle a sus pasajeros los beneficios del carro eléctrico.
