
Ocho años de angustia e incertidumbre terminaron para Clemencia Bastidas, madre de Licet Dayani, una joven colombiana hallada sin vida en Perú tras ocho años desaparecida. Kienyke.com conversó con esta madre que ahora suma esfuerzos para poder repatriar el cuerpo de su hija.
"Ella era una menor de edad, vivía en mi hogar. A mis alcances nunca les falté. Tenía su plato de comida, un consejo, una palabra... pero desafortunadamente no sé qué pasó", declaró Clemencia en entrevista exclusiva con este medio.
Cronología de una desaparición
Licet desapareció en Algeciras, Huila, cuando tenía apenas 12 años. "Yo le alcancé a celebrar los 12 años... ya iría para los 13", cuenta Clemencia. La desaparición fue repentina: "De repente se anocheció y no se amaneció". Aunque hubo rumores sobre su paradero en distintos municipios y departamentos, nunca se obtuvo una pista concreta, relató su madre en medio de una entrevista.
A pesar de su condición como madre cabeza de hogar y las dificultades económicas, Clemencia hizo lo posible por sacar a su hija adelante y darle la mejor vida posible. Sin embargo, su madre no volvió a saber nada de su hija:
"Siempre viví con la zozobra... mantenía como adicta al teléfono por si sonaba, por si era ella. Nunca cambié de número porque tenía la esperanza de que ella lo sabía de memoria".
La noticia del hallazgo
La confirmación de la muerte de Licet llegó a través de las redes sociales. "En la tardecita del sábado abrí mi teléfono y leí que habían asesinado a una joven en Perú que al parecer era colombiana... decía que tenía en la espalda al lado izquierdo el nombre de ella. Desde que leí eso, dije: ella es mi hija. La sangre llama".
La joven habría estado hospitalizada previamente en Casma, Perú, por heridas antes de ser hallada sin vida. Aunque los detalles del caso siguen sin esclarecerse, el instinto de madre le confirmó lo que temía desde hace años.
El papel de las autoridades
En medio del dolor, Clemencia destaca el apoyo que ha recibido de las autoridades locales, en especial del personero municipal de Algeciras.
Clemencia también está solicitando ayuda económica para adelantar los trámites de repatriación. Quienes deseen colaborar pueden hacerlo a través del personero del municipio, quien ha centralizado los esfuerzos y recursos a través de Nequi ( 314 3497053).
"Mi mayor anhelo es darle una cristiana sepultura en su tierra. Estoy apoyada en las autoridades competentes que están luchando por repatriar el cadáver de mi hija", dijo.
A las autoridades y a la sociedad, Clemencia envía un mensaje claro: "Hablemos ante cualquier pérdida. No esperemos. Muchas veces no buscamos refugio en las autoridades por miedo o por confianza de que ese ser querido regresará... y no siempre es así".
Clemencia no guarda rencor hacia quienes hayan podido hacerle daño a su hija. "No hay odio ni maldad en mi corazón. Hay un Dios que sabe toda la verdad", sin embargo pide siempre actuar y no callar ante el dolor. Mientras tanto, el municipio de Algeciras espera recibir a Licet, en su tierra natal para darle el último adiós.